Lecturas del Domingo VI del Tiempo de Pascua (Ciclo A)

‘El Padre les dará otro Paráclito para que esté con ustedes para siempre’

El tiempo pascual está casi llegando a su fin. Hay una sensación de que un evento importante está a punto de suceder. Como las lecturas de esta semana buscan tranquilizarnos, no nos quedaremos sin un apoyo reconfortante.
En la Primera Lectura, vemos cuán activos son los Apóstoles en la difusión de la Buena Nueva. Son acogidos incluso en Samaria y el pueblo recibe el Espíritu Santo.
El Salmo expresa la alegría que debieron sentir. Podemos imaginar a los discípulos agradecidos rezando: “Ante ti se inclinará toda la tierra, cantará a ti, cantará a tu nombre”.
Pero no todo fue fácil para estas nuevas comunidades. A menudo encontraron persecución (Segunda Lectura). Pedro trata de animarlos, recordándoles los sufrimientos del inocente Jesús. Deben responder a sus acusadores con cortesía y respeto.
En el Evangelio, Jesús tranquiliza a sus amigos. No los dejará sin apoyo, como ‘huérfanos’, sino que pedirá a su Padre que les envíe ayuda después de que él se haya ido. El Espíritu de verdad estará con ellos.
En nuestra oración de esta semana, tal vez queramos reflexionar sobre las promesas de Jesús y sacar fuerzas de ellas, para poder hablarles a otros acerca de nuestras creencias con mayor confianza. Seguimos pidiendo al Padre, al Hijo y al Espíritu que animen a todos los pueblos a trabajar por la paz.

Para ayudar a los discípulos a recorrer este camino, Jesús promete que rogará al Padre que envíe «otro Paráclito» (v. 16), es decir, un Consolador, un Defensor que tome su lugar y les dé la inteligencia para escuchar y el valor para observar sus palabras. Este es el Espíritu Santo, que es el don del amor de Dios que desciende al corazón del cristiano. Después de que Jesús muriera y resucitara, su amor se da a aquellos que creen en Él y son bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. El Espíritu mismo los guía, los ilumina, los fortalece, para que cada uno pueda caminar en la vida, incluso en medio de la adversidad y la dificultad, en las alegrías y
las penas, permaneciendo en el camino de Jesús. Esto es posible precisamente permaneciendo dócil al Espíritu Santo, de modo que, a través de su presencia activa, no sólo consuele sino que transforme los corazones, abriéndolos a la verdad y al amor.

papa francisco
regina coeli, 17 de mayo 2020

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17
Les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo

En aquellos días: Felipe descendió a una ciudad de Samaría y allí predicaba a Cristo. Al oírlo y al ver los milagros que hacía, todos recibían unánimemente las palabras de Felipe. Porque los espíritus impuros, dando grandes gritos, salían de muchos que estaban poseídos, y buen número de paralíticos y lisiados quedaron curados. Y fue grande la alegría de aquella ciudad.
Cuando los Apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que los samaritanos habían recibido la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Éstos, al llegar, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo. Porque todavía no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente estaban bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial 65, 1-3a. 4-7a. 16. 20
R: ¡Aclame al Señor toda la tierra!

¡Aclame al Señor toda la tierra!
¡Canten la gloria de su Nombre!
Tribútenle una alabanza gloriosa,
digan al Señor: «¡Qué admirables son tus obras!» R

Toda la tierra se postra ante ti,
y canta en tu honor, en honor de tu Nombre.
Vengan a ver las obras del Señor,
las cosas admirables que hizo por los hombres. R

Él convirtió el Mar en tierra firme,
a pie atravesaron el Río.
Por eso, alegrémonos en él,
que gobierna eternamente con su fuerza. R

Los que temen al Señor, vengan a escuchar,
yo les contaré lo que hizo por mí:
Bendito sea Dios, que no rechazó mi oración
ni apartó de mí su misericordia. R

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pedro 3, 15-18
Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado por el Espíritu

Queridos hermanos:
Glorifiquen en sus corazones a Cristo, el Señor. Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen. Pero háganlo con suavidad y respeto, y con tranquilidad de conciencia. Así se avergonzarán de sus calumnias todos aquellos que los difaman, porque ustedes se comportan como servidores de Cristo. Es preferible sufrir haciendo el bien, si esta es la voluntad de Dios, que haciendo el mal.
Cristo murió una vez por nuestros pecados -siendo justo, padeció por los injustos- para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu.

Palabra del Señor

Aleluya Jn 14, 23
«El que me ama será fiel a mi palabra,
y mi Padre lo amará e iremos a él»,
dice el Señor

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 14, 15-21
Yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Paráclito

Gloria a Tí, Señor

Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos:
«Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y Él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque Él permanece con ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán, porque yo vivo y también ustedes vivirán. Aquel día comprenderán que yo estoy en mi Padre, y que ustedes están en mí y Yo en ustedes.
El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y Yo lo amaré y me manifestaré a él.»

Palabra del Señor

Gloria a Tí, Señor Jesús

Les compartimos la reflexión del RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para este Domingo: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2023-05-14

~ Creciendo en la Fe ~
Notas sobre las lecturas de esta semana

Segunda lectura ~ 1Pe 3, 15-18

Pedro sigue dando recomendaciones a los primeros cristianos que enfrentan la persecución. Si, a pesar de vivir como ciudadanos decentes y honorables, se les desafía, entonces deben estar listos para explicar por qué llevan una vida centrada en Cristo. («Ten tu respuesta listas… razón de la esperanza que todos ustedes tienen.’) El autor aconseja un doble enfoque a estos ataques: tener una respuesta lista para las críticas, y responder a la persona de manera amable y cortés. De esta manera, pueden vivir con la conciencia tranquila. Su esperanza, esa es su fe, no es solo una vaga convicción. sino la esencia de lo que los motiva. Sus perseguidores podrán luego darse cuenta de que estaban equivocados en sus acusaciones y dejando de acosarlos.
Al final, si tienen que enfrentar críticas, es mucho mejor sufrir por el bien que hacen. Así es como podemos caminar en las huellas de Cristo, que padeció por los pecadores. Dios no lo abandonó, sino que ‘le resucitó a la vida’; murió pero ahora vive con nosotros, para así llevarnos a Dios. Podemos ver un paralelo entre la Pasión de Cristo – que, como ellos, no había hecho nada malo – y sus propios sufrimientos.
Los teólogos sugieren que el último párrafo del texto de esta semana (v. 18) puede ser un fragmento de un antiguo himno centrado en Cristo.

Evangelio ~ Jn 14, 15-21

Los discursos de despedida
Estos versículos son una continuación del Evangelio del domingo, los llamados Discursos de despedida. Jesús habla a sus discípulos del amor y del habitar, enfatizando la unión entre Él, el Padre y ellos.

Otro ‘abogado’ (Paraklētos)
El término griego paraklētos es difícil de traducir con precisión y ha adquirido varios significados a lo largo del tiempo. La palabra tiene su origen en lenguaje legal y se entiende que significa alguien que es ‘llamado’; tal vez ‘llamado’ para dar testimonio en defensa de alguien en la corte, o como alguien que aboga por otro en tiempos difíciles. A menudo ha sido interpretado como ‘Consolador’, ‘Mediador’.

El uso de la palabra en Juan
Ninguna interpretación de la palabra paraklētos abarca la significado pretendido por Juan. Para el Evangelista, el Paráclito es un maestro; un testigo a Jesús; uno que representa la presencia continua de Jesús en la tierra. Él es quien guiará a los discípulos en los tiempos difíciles que se avecinan. La palabra aparece solo en los capítulos 14, 15 y 16, y también se usa como título del Cristo resucitado como intercesor de los cristianos en 1 Juan 2, 1–2.

El espíritu de la verdad
La verdad es una de las características del Espíritu, como lo fue para el primer paráclito, Jesús.

El mundo
Aquellos que viven vidas impías y que no pueden aceptar el Espíritu, así como no podían aceptar al Hijo, y por medio de él, al Padre.

No los dejaré huérfanos
‘Orphanos’ significa ‘sin padre’, pero en el caso de estudiantes o discípulos, significa sin maestro.

Volveré a ustedes
Esto se refiere a la presencia de Jesús que mora en nosotros («y tú en mí y yo en ti»: v. 20), en lugar de la Parusía (la segunda venida de Cristo). Las promesas expresan la forma en que Jesús «regresará» y así permanecerá presente para los que creen. Confirman la tradición que se había desarrollado en la comunidad joánica que la ‘presencia divina’ solo será visible alos ojos de la fe. Los creyentes experimentarán al Padre, al Hijo y al Espíritu.

fuente: https://stbeunosoutreach.wordpress.com/

Escrito por

El lugar de encuentro de los Católicos latinos en Bangkok... de la mano de Cristo y bajo el amparo de María ... celebrando la fe en comunidad desde el 2002 ...

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