Lecturas del Domingo I del Tiempo de Cuaresma (Ciclo C)

‘Si eres Hijo de Dios…’

Al comenzar este viaje a través de la Cuaresma, confiamos en el llamado del Espíritu que nos invita a salir al desierto, a ver más claramente, a amar más intensamente y a seguir más de cerca al Señor de la Vida.
La primera lectura muestra que la fe en el Señor lleva a la liberación a la vida y la plenitud. Anticipa algo del poder salvador de Cristo que trae plenitud de vida.
San Pablo, en su carta a los Romanos (segunda lectura), nos recuerda que esta salvación está muy cerca, porque la Palabra está viva y activa en nuestro corazón y en nuestros labios.
El Salmo habla del Señor que está con nosotros en todas nuestras angustias y en quien podemos confiar, mientras que el Evangelio ve al mismo Jesús poniendo su confianza en el Padre. Superando su prueba, sigue andando por el camino del amor.
Oremos, esta semana, para que permanezcamos cerca de Jesús mientras viajamos con él hacia su Pasión en la Semana Santa. Señor, no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos de toda clase de mal. Amén.



Estos son los caminos que nos presentan, con la ilusión de poder alcanzar el éxito y la felicidad. Pero, en realidad, son completamente ajenos a la manera de actuar de Dios; de hecho, nos separan de Dios, porque son obra de Satanás. Jesús, enfrentando estas pruebas en primera persona, vence la tentación tres veces para adherirse completamente al plan del Padre. Y nos indica los remedios: la vida interior, la fe en Dios, la certeza de su amor, la certeza de que Dios nos ama, de que es Padre, y con esta certeza superaremos toda tentación.

Papa Francisco
Ángelus, 10 de marzo 2019

Lectura del libro del Deuteronomio 26, 1-2. 4-10
Profesión de fe del pueblo elegido

Moisés habló al pueblo diciendo:
«El sacerdote tomará la canasta que tú le entregues, la depositará ante el altar, y tú pronunciarás estas palabras en presencia del Señor, tu Dios:
«Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y se refugió allí con unos pocos hombres, pero luego se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa.
Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura servidumbre. Entonces pedimos auxilio al Señor, el Dios de nuestros padres, y él escuchó nuestra voz. El vio nuestra miseria, nuestro cansancio y nuestra opresión, y nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano y la fuerza de su brazo, en medio de un gran terror, de signos y prodigios. El nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra que mana leche y miel.
Por eso ofrezco ahora las primicias de los frutos del suelo, que tú, Señor, me diste.»
Tu depositarás las primicias ante el Señor, tu Dios, y te postrarás delante de Él.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial 90, 1-2. 10-15
R: En el peligro, Señor, estás conmigo

Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío.» R

No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
porque Él te encomendó a sus ángeles
para que te cuiden en todos tus caminos. R

Ellos te llevarán en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra;
caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes. R

«Él se entregó a mí, por eso, Yo lo libraré;
lo protegeré, porque conoce mi Nombre;
me invocará, y yo le responderé.
Estaré con él en el peligro,
lo defenderé y lo glorificaré.». R

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 10, 5-13
Profesión de fe del creyente en Cristo

Hermanos:
Moisés escribe acerca de la justicia que proviene de la Ley: «El hombre que la practique, vivirá por ella» En cambio la justicia que proviene de la fe habla así: «No digas en tu corazón: ¿quién subirá al cielo?», esto es, para hacer descender a Cristo. O bien: «¿quién descenderá al Abismo?», esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos. Pero, ¿qué es lo que dice acerca de la justicia de la fe?: «La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón», es decir, la palabra de la fe que nosotros predicamos. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación. Así lo afirma la Escritura: «El que cree en Él, no quedará confundido»
Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan. «Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.»

Palabra del Señor

Aclamación Mt 4, 4b
El hombre no vive solamente de pan,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 4, 1-13
Fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado

Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre. El demonio le dijo entonces: «Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan.» Pero Jesús le respondió: «Dice la Escritura:
El hombre no vive solamente de pan.»
Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo: «Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá.» Pero Jesús le respondió: «Está escrito:
Adorarás al Señor, tu Dios,
y a Él solo rendirás culto.»
Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito:
Él dará órdenes a sus ángeles
para que ellos te cuiden.
Y también:
Ellos te llevarán en sus manos
para que tu pie no tropiece con ninguna piedra.»
Pero Jesús le respondió: «Está escrito:
No tentarás al Señor, tu Dios.»
Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de Él, hasta el momento oportuno.

Los invitamos a escuchar la reflexión de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para este Domingo: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2022-03-06

~ Creciendo en la Fe ~
El Tiempo de Cuaresma

La Cuaresma dura cuarenta días, un período significativo en las Escrituras. Esta es la longitud del diluvio en Génesis y la duración del ayuno de Moisés antes de recibir el Diez Mandamientos; más importante aún, cuarenta días es la duración de la estancia de Jesús en el desierto antes de comenzar su ministerio.
La Cuaresma es un tiempo de despertar; una oportunidad para ‘comenzar de nuevo’; una oportunidad para renovación y compromiso. Es sobre todo una llamada a amar a la manera que Jesús amó al Padre y a cada uno de nosotros: de forma contínua y en la entrega de sí mismo.

La Cuaresma es un tiempo sobrio, pero no un tiempo sombrío
Hay muchas maneras bien probadas en las que podemos cooperar con el Espíritu de Dios que obra en nosotros, incluyendo prácticas como: • ayuno – que ayuda a la libertad interior;
• arrepentimiento y perdón a través de la Sacramento de la Reconciliación;
• la limosna, tal vez no solo dando dinero sino también nuestro tiempo, apoyo y amistad, un oído que escucha al que lo necesita, u otras obras de caridad.

La Cuaresma es un tiempo especial para dejar que el Espíritu de Dios obre dentro de nosotros:
• Para ayudarnos a examinar la forma en que amamos;
• Para tocar nuestras mentes y corazones, y así ayudarnos a vivir de acuerdo con la valores de Jesús;
• Reflexionar sobre el amor ilimitado de Jesús por nosotros, manifestado particularmente en su Pasión, Muerte y Resurrección;
• Fortalecer nuestra determinación de cambiar nuestro enfoque, poniendo los intereses de los demás sobre los nuestros.

Notas sobre las lecturas de esta semana

Salmo 90 (91) vv. 1-2, 10-16

Este es un salmo de confianza en Dios, recordando a un alto dignatario o incluso al Rey de Israel quien pasa una noche en oración al abrigo del Altísimo, el Templo en Jerusalén.
Hay una estrecha e íntima relación entre Dios y la persona que ora: Dios no es sólo un refugio, un fortaleza, sino mi refugio, mi fortaleza. El salmista usa diferentes nombres para la Presencia Divina: Altísimo, el Todopoderoso, el Señor, Dios, todos los títulos que se centran en la trascendencia de Dios.
No es tanto el que confiar en Dios asegurará que no nos sobrevenga ningún problema, sino que la confianza nos ayudará a sobrellevarlo, y podemos estar seguros de que Dios nos sostendrá.
La referencia a golpear el pie contra una piedra se refiere a las muy rocosas carreteras en Palestina. Dios no sólo protegerá a los fieles del daño, sino que los equipará para que pueden pisotear bestias, ya sean símbolos reales o malignos: león, víbora, dragón.
Estos mismos versículos (11–12) son citados por Satanás cuando tienta a Jesús en el desierto (ver Evangelio de hoy).
En la última estrofa, el hablante cambia: Dios mismo responde: es un oráculo prometiendo la ayuda de Dios al que ‘conoce mi nombre’.
Dios rescatará, protegerá, responderá, salvará y finalmente les dará la gloria.
Este salmo se usa a menudo para la oración de las vísperas en la Oración de la Iglesia. Éste, de hecho, es un buen texto para rezar antes de acostarse, especialmente en Cuaresma, reflexionando sobre nuestro día, confiando en el Señor, mi refugio, mi fortaleza y meditando sobre las promesas de Dios.

Evangelio ~ Lucas 4, 1-13

El relato de las tentaciones de Jesús en el desierto se encuentra en los evangelios de Mateo, Lucas y Marcos. El relato de éste último es mucho más breve, mientras que Lucas y Mateo no relacionan las tentaciones en el mismo orden sino que, probablemente, usaron la misma fuente original. Lucas sitúa su última tentación en Jerusalén. (De hecho, la mayor parte de su Evangelio muestra el viaje de Jesús hacia Jerusalén.) El episodio de las tentaciones tiene lugar justo después del bautismo de Jesús cuando ha sido confirmado como el Hijo de Dios: Este es mi Hijo, el Amado.

Lleno del Espíritu, guiado por el Espíritu
Lucas es, a menudo, llamado el evangelista del Espíritu. Se refiere a las personas llenas del Espíritu una docena de veces tanto en su Evangelio como en los Hechos del Apóstoles. La frase siempre marca un período de gran intensidad espiritual (Hch. 6, 5, 7, 55, 11, 24).

Ser tentado
Los eruditos sugieren que sería mejor traducir palabra griega por ‘probado’ en lugar de tentado. Las tentaciones o pruebas difieren de la coerción. Tentar a alguien es tentarlo a querer hacer algo, no quita el libre albedrío. Aún podemos elegir hacer el bien o el mal.

El desierto
Este es probablemente el desierto de Judea, un desierto rocoso, árido, y deshabitado, un lugar con pocos lugares donde se podría obtener agua. Jebe Qarambal, un terreno de 35 por 15 millas al oeste de Jericó, es el lugar donde, tradicionalmente, se piensa que ocurrieron las tentaciones.

Cuarenta días
Como se mencionó en la Introducción, cuarenta es un número muy bíblico ya que está asociado con tiempos de prueba para las grandes figuras del Antiguo Testamento: Moisés, Noé, Elías, los israelitas. En arameo y hebreo significaba más que un número matemático preciso; también podría significar ‘mucho tiempo’.

La primera tentación
Esta tentación por la comida y las otras dos tentaciones no atraen a Jesús a hacer cosas malas; más bien lo animan a hacer cosas buenas, pero por razones equivocadas o en el momento equivocado.
* Si eres Hijo de Dios
Una mejor traducción podría ser ‘puesto que eres…’, porque este hecho no se cuestiona;
* Convierte esta piedra
Contrario a Mateo, Lucas usa la forma singular aquí, haciendo esta tentación personal a Jesús, hambre después de cuarenta días de ayuno.
* La respuesta de Jesús
Esto está arraigado en las Escrituras. Cita de Deuteronomio (8, 3; 6, 16; y 6, 13), un libro favorito del Antiguo Testamento de la Iglesia Primitiva. Véase también Lucas 10, 27 y Hechos 3, 22. Jesús no niega la importancia de la comida, pero enfatiza que hay otra dimensión en la vida.

La segunda tentación
Se trata de usar el poder político. No existe montaña que permita ver todas las reinos del mundo. Podría ser una referencia a Moisés de pie en la cima del monte Nebo (Deuteronomio 34, 1–3). El diablo tenía mucho que decir, pero la respuesta de Jesús es breve: sólo nueve palabras en el griego original.

La tercera tentación
Esto implica dar señales convincentes de sus poderes milagrosos. Esta vez el diablo también usa las Escrituras (Salmo 91, 11–12). La escena es ahora en Jerusalén, la Ciudad Santa. El ‘Templo’ no está identificado; podría ser el templo de Herodes que domina el profundo valle de Cedrón.

El diablo lo dejó para volver a la hora señalada.
Aunque el diablo se retira, volverá durante la Pasión de Jesús (Lc 22, 3). Todas estas tentaciones tienen que ver con el poder, con el tipo de Mesías que la gente esperaba de Jesús. En cada ocasión, la elección es poner a Jesús en la posición de confiar en Dios, su Padre, o promover sus propios intereses.

fuente: https://stbeunosoutreach.wordpress.com/

Escrito por

El lugar de encuentro de los Católicos latinos en Bangkok... de la mano de Cristo y bajo el amparo de María ... celebrando la fe en comunidad desde el 2002 ...

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