Hola amiguitos,
Esperamos que hayan pasado una muy linda semana.
Seguramente, y más de una vez, han cantado en misa esta canción:
Dios es Amor, la Biblia lo dice.
Dios es Amor, san Pablo lo repite.
Dios es Amor, búscalo y verás,
En el capítulo cuatro,
versículo ocho,
Primera de Juan.
En el Evangelio de este Domingo 30 (del tiempo ordinario, ciclo A), leemos un diálogo entre Jesús y un fariseo o sea un doctor de la ley – alguien para quien la ley era super importante y la conocía muy bien. En este caso, es como que este ‘doctor’ quiere tomarle «examen» a Jesús sobre cuánto sabía sobre ella.
Como la semana anterior, comenzamos pidiendo al Espíritu Santo su luz para que nos guíe en esta dinámica.
Cerramos los ojos, quizá podemos cantar la canción del comienzo, o simplemente nos quedamos en silencio. Luego miramos la ilustración:
¿qué nos dice?
¿a quiénes vemos en el dibujo?
¿cómo son sus expresiones?
¿ven algo más?
¿puedes verte en el dibujo? Si es así, ¿cuál de los dibujos te representa?
Tomamos nota de nuestras respuestas.
Leemos luego el Evangelio, una, dos veces, con mucha atención. Volvemos a las anteriores respuestas.
¿ha cambiado algo?
¿por qué creen que los ‘doctores de la ley’ le hacen esta pregunta a Jesús?
El Evangelio termina diciendo que los fariseos se admiraban de lo bien que contestaba ¿por qué piensan que estaban tan admirados?
Como nos dice la ilustración Esta es la Ley: amor a todos y a quien es Todo. Fuimos creados por Amor, en Amor y para el Amor. Eso es lo que, una y otra vez, nos enseña Jesús que es la ley más importante: Amar, amar, y amar… primero, a nuestro Padre Celestial, por sobre todo, con todo nuestro corazón y todo nuestro ser y amar a nuestros hermanos, como a nosotros mismos. Esta relación de amor que va y viene, llena nuestra vida de alegría y nos anima a vivir fraternalmente con todos nuestros hermanos.
Terminamos, como siempre, con una oración de acción de gracias y le pedimos a Jesús que nuestra fe sea cada día mas fuerte y que nos enseñe a amar como Él: amar a Dios, por sobre todas las cosas, con todo nuestro corazón, y amar a nuestro prójimo con la acción y la oración.
Dios es Amor…
Hemos sido creados para amar y ser amados. Dios, que es Amor, nos ha creado para que nos volvamos partícipes de su vida, para ser amados por Él y para amarlo, y para amar con Él a todos las demás personas. Éste es el “sueño” de Dios para el hombre.
Papa Francisco
Evangelio ~ Mt 22, 34-40
Uno de los fariseos quiso examinar a Jesús sobre la Ley, que para ellos era muy importante. Y le dijo: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?» Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. Este es el mandamiento principal. Pero el segundo es igual de importante. Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Con estos dos mandamientos se sostiene todo lo demás. Los fariseos se quedaron admirados por lo bien que contestaba.
Mi casa es el mundo (canción)
Sueño y lucho por un mundo donde hay sitio para todos:
quien conmigo canta y reza y el que lo hace de otro modo.
El que ha sido desahuciado y el que sufre separado,
El enfermo y el parado y quien su patria ha abandonado.
El que canta y celebra,
el que llora y no se encuentra,
la única norma: el amor,
que en mi casa caben todos…
¡mi casa es el mundo!
Mi casa es el mundo,
y el amor es mi bandera.
Mi casa es el mundo.
Si tú dices que estoy fuera yo te miro y estás dentro,
y es que así nunca te enteras de lo que habla este cuento.
Quiero ser una familia un auténtico mogollón,
que en mi casa quepan todos y nadie mendiga amor,
sin distancias, ni barreras, sin refugios, ni trincheras,
que el amor sin más leyes que el amor, en mi casa caben todos…
¡mi casa es el mundo!
Instalados en la tradición y la ignorancia, el poder de la razón,
yo prefiero coger carretera y manta para recorrer esa distancia
que me separa de ti, que te separa de mí,
arrullarte de este frío que tú aguantas.
fuente: RezandoVoy.org
Te invitamos a escuchar la canción Mi casa es el mundo en RezandoVoy: https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2020-10-25
¡Muy feliz y bendecida semana queridos amiguitos de la mano de Jesús y bajo el manto de amor de María!