«Infancia Misionera es la fiesta de los niños que viven con alegría
Papa Francisco,
el don de la fe y rezan para que la luz de Jesús
llegue a todos los niños del mundo»
Jornada Mundial de la Infancia Misionera 2015
Somos niños bautizados y enviados a ser Misioneros
Todos los cristianos al bautizarnos tenemos igual dignidad delante del Señor y estamos unidos por una misma vocación. Despertar el sentido misionero en los niños es primordial, ya que, desde que recibimos el bautismo, todos somos misioneros.
La misión hace que crezca en los niños un espíritu de amor al prójimo, de generosidad, solidaridad, de santidad y entrega que les acompañará para toda la vida.
¿Qué es la Infancia (y Adolescencia) Misionera?
Es una de las cuatro Obras Misionales Pontificias (OMP) que promueve la animación y formación misionera de los niños y sus educadores en la evangelización universal, especialmente de los mismos niños.
¿Cuáles son sus objetivos?
- Ayudar a los educadores a despertar y desarrollar progresivamente en los niños una conciencia misionera universal e impulsarlos a compartir su fe y los medios materiales con los niños necesitados del mundo. Todos tienen algo que dar y algo que recibir y el lema para ello es: “Los niños ayudan a los niños”(Estatutos OMP, Cap. 2, 13)
- Preparar Animadores y Asesores que acompañen a los niños en su caminar hacia una conciencia misionera que muestre madurez y compromiso.
- Motivar al niño misionero para que, con oraciones, sacrificio y ofrendas, muestre su solidaridad con las necesidades más urgentes de muchos niños del mundo.
¿Cómo puedes ayudar?
- Colaboración económica
- Colaboración personal
- Colaboración espiritual
La IAM utiliza tu ayuda de la siguiente manera:
La Infancia y adolescencia misionera contribuyó con más de 19 millones de euros en el año 2018 para los niños del mundo, en los cinco continentes.
Se realizaron proyectos:
- 1380 en Educación
- 904 en Formación Cristiana
- 659 en Salud y protección de la vida
- En total 2943 proyectos donde los niños ayudan a los niños.
Historia
Fue fundada en 1843 en Nancy (Francia), por Monseñor Carlos Augusto Forbin Janson, motivado por las cartas y noticias de misioneros que le escribían, sobre todo desde China, contándole la difícil situación de los niños de ese país. Comenzó a solicitar ayuda y de acuerdo con Paulina Jaricot, que en 1822 había fundado la Obra de 3a Propagación de la Fe.
Pensó en una nueva obra en la que los niños cristianos ayudarían a los niños de los países de misión, con sus oraciones y algo de dinero al mes se dirigió a los niños de su Diócesis pidiéndoles que ellos se encargaran de asistir espiritual y materialmente a los niños más necesitados con el fin de que “los niños ayuden a los niños”.
La obra se difundió muy pronto en las diócesis de Francia, en Europa y en todo el mundo, y hoy está
presente en más de 150 países, convirtiéndose en un instrumento especial para la formación misionera de los niños, de los maestros y de los padres de familia. Con el aporte económico de los mismos niños, se
sostienen obras de evangelización, educación y formación humana en los lugares donde apenas está iniciando la Iglesia.
El 3 de mayo de 1922 el Papa Pío XI puso esta Obra bajo su protección y recibió el título de Pontificia. Desde su origen, la Infancia Misionera ha contribuido al despertar de vocaciones misioneras.
¿Cómo está organizada?
El Santo Padre es la cabeza de la Obra, un Secretario General de la IAM, un Director Nacional de Obras Misionales Pontificias, un Secretario Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera. El Obispo es el Padre y animador de IAM, y con él colaboran: el Director Diocesano, los animadores misioneros, los Párrocos y el asesor es quién acompaña al niño líder.
¿Quiénes pueden pertenecer y cómo funciona?
Todos los niños bautizados que demuestren interés por esta Obra después de conocer sus principios; desde los 4 hasta los 12 años, continuando su formación en la Adolescencia Misionera desde los 13 hasta los 15 años. Es una Escuela con Jesús, porque desea llevar al niño a hacerse verdadero discípulo de Cristo, escuchando su Palabra, comprendiendo su voluntad y viviendo lo que escucha a su Maestro, con el fin de evangelizarse y evangelizar, comunicando a otros niños lo que ha aprendido.
Niños llamados a la Santidad
Sigue con valentía en camino a la Santidad
Jesús nos hace Santos
Sean Santos porque yo soy Santo
Los santos no son personas que nunca han cometido errores o pecados, sino que tratan de vivir como verdaderos hijos de Dios, pareciéndose cada día más a Él. Jesús nos dice sean perfectos como es perfecto su Padre que está en el cielo. La santidad es un don, es el don que nos da Jesús, cuando nos toma consigo y nos reviste de sí mismo, nos hace como Él.
Para ser santo no es necesario ser Obispo, sacerdote o religioso, ¡todos estamos llamados a ser Santos! Es viviendo con amor en las ocupaciones de cada día, en la escuela, en la casa, en el juego, ahí podemos ser santos.
Cuando Jesús nos invita a ser santos, no nos llama a algo pesado o triste, todo lo contrarío, es una
invitación a compartir su alegría, a vivir y a ofrecer con alegría cada momento de nuestra vida, convirtiéndose en un don de amor para las personas que están cerca de nosotros, comenzando por las pequeñas cosas de
cada día. Cada paso a la santidad nos hará personas mejores y abiertos a los demás y a sus necesidades.
fuente: Obras Misionales Pontificias de Ecuador, Infancia Misionera https://www.ompecuador.org/index.php/jornada-infancia-misionera/106-jornada-infancia-misionera-2020
Entérate de lo que hace la Infancia Misionera de tu país:
- Argentina: https://www.ompargentina.org.ar/iam
- Colombia: https://ompdecolombia.org/iam-0
- España: https://www.omp.es/jornada-infancia-misionera/
- Ecuador: https://ompecuador.org/index.php/las-obras/infancia-misionera
- México: https://www.ompe.mx/infancia-y-adolescencia-misionera
- Perú: https://www.omp-peru.org/infancia.html
- Venezuela: https://ompvenezuela.com/infancia-y-adolescencia-misionera/