¡Hola amiguitos!
Este Domingo, la Iglesia en Tailandia, celebra a dos grandes hombres de la Fe y apóstoles de Jesús: San Pedro y San Pablo.
San Pedro, que trabajaba como pescador, un día escuchó la invitación de Jesús a seguirlo y, dejando todo para estar con Él, colaboró muy activamente en el proyecto de salvación. Y aunque a veces, por miedo, dudó y hasta negó conocer al Señor, Jesús lo perdonó y le encargó una de las tareas más importantes, que fue la de guiar a la Iglesia en los primeros tiempos. San Pedro amaba tanto a Jesús que «confesó», es decir, dijo convencido con todo el corazón, que le reconocía como el Mesías, el esperado de los tiempos. Es por ello, que Jesús, le entregó las llaves del Reino. San Pedro, con amor y dedicación, veló por las ovejitas que el Señor le encomendó hasta dar la vida por ellas.
San Pablo, en cambio, no conoció personalmente a Jesús y no creía en Él al principio. Pero un día, mientras iba camino a Damasco a perseguir cristianos, una poderosa luz que venía del cielo hizo que cayera de su caballo. En ese momento, tuvo la mas maravillosa experiencia que podemos tener en la vida: se «encontró» con Cristo Resucitado y este encuentro fue tan fuerte e importante que San Pablo, abrió su corazón a Jesús de par en par y se convirtió, aceptando con amor y entusiasmo la invitación a seguirlo. A San Pablo, Jesús le encomendó la tarea de llevar el Evangelio, la «Buena Noticia» a los «gentiles» (se llamaba así a los hermanos de otros pueblos que no pertenecían al Pueblo de Israel). Fue, sin duda, el gran misionero de la Iglesia primitiva, escribió varias cartas y formó muchas comunidades cristianas.
Como San Pedro, San Pablo fue perseguido por las autoridades de su tiempo, estuvo muchas veces en prisión por seguir a Jesús; ambos dieron su vida por el Reino de Dios. Estos dos grandes santos son, para cada uno de nosotros, modelos a seguir: a ser y hacer las cosas como Jesús. A eso llamamos ser instrumentos, a seguir los pasos de Jesús, a ser sus testigos.
La propuesta para la semana es: ¿cómo podemos ser nosotros instrumentos de Jesús hoy como lo fueron San Pedro y San Pablo? Pidamos a Jesús hoy ser más como Él, ser para los demás con alegría como lo fueron San Pedro y San Pablo a pesar de las dificultades que tuvieron que enfrentar. ¿Estamos listos para este compromiso? Abramos el corazón a la ternura de Jesús y escuchemos su invitación. No tengamos miedo y… ¡adelante que nuestro amigo y hermano Jesús está siempre con nosotros!


Evangelio ~ San Mateo 16, 13-19
Un día, preguntó Jesús a sus discípulos: «¿Quién dice la gente soy yo, el Hijo del Hombre?
Ellos le respondieron : «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros que Jeremías o uno de los profetas».
Y Jesús les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?»
Simón, tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo».
Jesús le respondió: «Feliz de tí, Simón porque esta verdad no te la ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia y el poder del infierno no la podrán vencer. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos.»
Un compromiso
Dios está aquí, con toda su fuerza.
Lo puedo sentir, Él todavía me espera,
me invita a vivir su amor y su entrega.
Me da la gracia, me da la paz.
Me invita a crear un mundo nuevo en la verdad.
Nos pide romper cadenas por la libertad,
abrir una puerta al sol, que no haya soledad.
Ser de los demás.
fuente: RezandoVoy.org
¡Hasta la próxima semana… juntos con Jesús y de la mano de María!