Lecturas del Domingo de Pascua de Resurrección

En esta mañana de Pascua, nos encontramos con los primeros creyentes en la tumba vacía, llenos de sorpresa y asombro ante la enormidad de lo que ha sucedido. Hoy podemos confiarnos en que toda nuestra vida recae en Cristo.
En la primera lectura, escuchamos a Pedro dirigiéndose a un grupo de gentiles dentro de la casa del centurión Cornelio. Su discurso es significativo: Dios quiere la salvación de todos los pueblos.
El salmista con alegría prevé la resurrección de Jesús y la reconoce como la obra de Dios mismo.
En la segunda lectura, San Pablo, en contraste con las realidades terrenales y celestiales, insta a los colosenses a fijar su mirada en el cielo, donde Cristo está sentado. Ahora que hemos vuelto a la vida verdadera con Cristo, compartiremos su gloria cuando sea revelado. 
El Evangelio registra cómo Pedro y su compañero no identificado se dan cuenta lentamente de que Jesús ha resucitado de la muerte. Este discípulo, «el que Jesús amaba», simboliza adónde están invitados a estar todos los cristianos fieles: en una relación amorosa e íntima con Cristo.
En este día de Pascua, podemos orar para reconocer la dignidad que nos pertenece como cristianos. También pedimos la gracia que necesitamos para vivir esa dignidad en la práctica, incluso cuando nuestra vida cotidiana se ha visto alterada inesperadamente en estos tiempos de incertidumbre y confusión.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 10, 34a. 37-43
Comimos y bebimos con Él, después de su resurrección

Pedro tomando la palabra, dijo: “Ustedes ya saben qué ha ocurrido en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con Él.
Nosotros somos testigos de cuanto él hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a los testigos elegidos de antemano por Dios: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de que resucitó de entre los muertos.
Él nos mandó a predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime declarando que los que creen en Él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre’’.

Palabra de Dios.

Salmo Responsorial  – 117, 1-2. 16-17. 22-23
R:  “Éste es el día que hizo el Señor: alegrémonos y regocijémonos en él.”

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno,
porque tu misericordia es eterna.
Diga la casa de Israel:
“Su misericordia es eterna”. R

La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es nuestro orgullo.
No moriré, continuaré viviendo
para contar lo que el Señor ha hecho. R

La piedra que desecharon los constructores
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Señor,
y es admirable a nuestros ojos. R

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los cristianos de Colosas 3, 1-4
Busquen los bienes del cielo, donde está Cristo

Hermanos: Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida de ustedes, entonces también ustedes se manifestarán gloriosos, juntamente con él.

Palabra de Dios.

o bien:

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los cristianos de Corinto 5, 6b-8
Despójense de la vieja levadura, para ser nueva masa

Hermanos: ¿No saben ustedes que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Tiren la antigua levadura, para que sean ustedes una masa nueva, ya que son pan sin levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
Celebremos, pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es de vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad.

Palabra de Dios.

Secuencia

Cristianos,
ofrezcamos al Cordero pascual
nuestro sacrificio de alabanza.
El Cordero ha redimido a las ovejas;
Cristo el inocente,
reconcilió a los pecadores con el Padre.

La muerte y la vida se enfrentaron
en un duelo admirable:
el Rey de la Vida estuvo muerto,
y ahora vive.

Dinos, María Magdalena,
¿qué viste en el camino?
He visto el sepulcro del Cristo viviente
y la gloria del Señor resucitado.

He visto a los ángeles,
testigos del milagro,
he visto el sudario y las vestiduras.
Ha resucitado Cristo, mi esperanza,
y precederá a los discípulos en Galilea.

Sabemos que Cristo resucitó realmente;
Tú, Rey victorioso,
ten piedad de nosotros.

Aleluia 1Cor 5, 7b-8a

Aleluia.
Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Celebremos, entonces, nuestra Pascua.
Aleluia

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 20, 1-9
Él debía resucitar de entre los muertos

Gloria a ti, Señor

El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada.  Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».  Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro.  Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes.  Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró.  Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo  y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él vio y creyó.  Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.

Palabra de Dios.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Escucha de la reflexión para este Domingo de Pascua de Resurrección de RezandoVoy, un proyecto de los Jesuitas de España: http://rezandovoy.org/reproductor/oracion/2020-04-12

Escrito por

El lugar de encuentro de los Católicos latinos en Bangkok... de la mano de Cristo y bajo el amparo de María ... celebrando la fe en comunidad desde el 2002 ...

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