La Buena Nueva de la Alianza

Comenzamos nuestro camino cuaresmal el Miércoles de Ceniza. Este primer domingo de Cuaresma nos lleva ahora inmediatamente al viaje de Jesús hacia el desierto en oración, ayuno y para enfrentar la tentación.
La Primera Lectura nos recuerda el camino del pueblo elegido de Dios. Aquí Dios establece su Alianza con Noé y toda su descendencia, y con toda la creación. Nunca más Dios destruirá la tierra con un diluvio. Deja un arco en el cielo para confirmarlo. San Pedro (Segunda Lectura) vincula a las pocas personas que Noé salvó “por agua” con nosotros. Somos salvos a través del bautismo que Cristo ganó para nosotros con su muerte y resurrección.
El Evangelio da un breve relato de la tentación de Jesús en el desierto. Sale dispuesto a proclamar su mensaje: “El reino de Dios está cerca”.
El Salmo refleja el mensaje de esperanza que está contenido en todas las lecturas. Los caminos del Señor son fidelidad y amor. Que podamos animarnos en las Escrituras al comenzar nuestro peregrinar de Cuaresma, listos para seguir las sendas del Señor y ansiosos por aprender sus caminos. (*)

La Cuaresma es un tiempo de penitencia, sí, ¡pero no es un tiempo triste! Es un tiempo de penitencia, pero no es un tiempo triste, de luto. Es un compromiso alegre y serio para despojarnos de nuestro egoísmo, de nuestro hombre viejo, y renovarnos según la gracia de nuestro bautismo. Solamente Dios nos puede donar la verdadera felicidad: es inútil que perdamos nuestro tiempo buscándola en otro lugar, en las riquezas, en los placeres, en el poder, en la carrera… El Reino de Dios es la realización de todas nuestras aspiraciones, porque es, al mismo tiempo, salvación del hombre y gloria de Dios.

papa francisco
Ángelus, 18 de febrero 2018

Lectura del libro del Génesis 9, 8-15
Alianza de Dios con Noé, liberado del diluvio

Dios dijo a Noé y a sus hijos:
«Yo establezco mi Alianza con ustedes, con sus descendientes,  y con todos los seres vivientes que están con ustedes: con los pájaros, el ganado y las fieras salvajes; con todos los animales que salieron del arca, en una palabra, con todos los seres vivientes que hay en la tierra.   Yo estableceré mi alianza con ustedes: los mortales ya no volverán a ser exterminados por las aguas del Diluvio, ni habrá otro Diluvio para devastar la tierra”».
Dios añadió: «Éste será el signo de la alianza que establezco con ustedes, y con todos los seres vivientes que los acompañan, para todos los tiempos futuros:  yo pongo mi arco en las nubes, como un signo de mi alianza con la tierra.  Cuando cubra de nubes la tierra y aparezca mi arco entre ellas,  me acordaré de mi alianza con ustedes y con todos los seres vivientes, y no volverán a precipitarse las aguas del Diluvio para destruir a los mortales.»

Palabra del Señor

Salmo Responsorial 24, 4-5b. 6. 7b-9
R: Tus senderos, Señor, son amor y fidelidad; o bien
Guía nuestros pasos, Señor, por el camino de la paz

Muéstrame, Señor, tus caminos, 
enséñame tus senderos. 
Guíame por el camino de tu fidelidad; 
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador. R

Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, 
porque son eternos. 
No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud.
Por tu bondad, Señor,
acuérdate de mi según tu fidelidad. R

El Señor es bondadoso y recto: 
por eso muestra el camino a los extraviados.
Él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres. R

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pedro 3, 18-22
Todo esto es figura del bautismo, por que ahora ustedes son salvados

Queridos hermanos:
Cristo murió una vez por nuestros pecados –siendo justo, padeció por los injustos– para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu.  Y entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros,  a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos –ocho en total– se salvaron a través del agua.  
Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora ustedes son salvados, el cual no consiste en la supresión de una mancha corporal, sino que es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo,  que está a la derecha de Dios, después de subir al cielo y de habérsele sometido los Ángeles, las Dominaciones y las Potestades.

Palabra del Señor

Aclamación Mt 4, 4b
El hombre no vive solamente de pan,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 1, 12-15
Fue tentado por Satanás y los ángeles le servían

Gloria a Tí, Señor

El Espíritu lo llevó al desierto,  donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.
Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo:  «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia».

Palabra del Señor

Gloria a Tí, Señor Jesús

Unidos en oración, y como cada semana, te compartimos la reflexión de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para este Domingo I de Cuaresma: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-02-18

~ Creciendo en la Fe ~
Notas sobre las lecturas de esta semana

Salmo 24 (25)

Este salmo está tomado del primer libro de salmos (salmos 1–41) y se atribuye a David. Los libros 1, 4 y 5 tienden a usar ‘Señor’ (Yahweh) como el nombre de Dios, mientras que los libros 2 y 3 usan ‘Dios’ (Elohim).
Este es un salmo acróstico, cada verso comienza con una sucesiva letra del alfabeto hebreo. La primera letra, ‘aleph’, viene de una raíz hebrea que significa «aprender». Estos salmos suelen contienen una serie de declaraciones que están vagamente conectadas. Hoy observamos cinco de los 21 versículos del salmo completo. Los versículos elegidos se centran en la necesidad del salmista de la orientación y dirección de un Dios misericordioso.
El Salmo 24, en su totalidad, es visto como la oración de alguien que está en peligro pero, también, una oración confiada que apunta al perdón y la guía. El salmista pide ayuda y humildemente reconoce su necesidad de Dios para que lo mantenga en el camino correcto: “Muéstrame, Señor, tus caminos”. Esta experiencia de ‘caminar’ con Dios’ llena al caminante, una vez más, con un sentimiento de esperanza. Es un momento especial de nueva intimidad con Dios, de entrega confiada a su amor fiel.
El salmista repite su petición de instrucción: «enséñame»; y también su deseo de que el Señor “se acuerde” de él. El verso final, refiriéndose a los humildes y a los pobres, muestra su confianza y fe en el Señor que cuida de todas las personas. Para nosotros estos versículos pueden ser una oración que nos acompañe a lo largo del día, convirtiendo cada momento, ya sea alegre o triste, en una nueva etapa en el camino.

Evangelio ~ Mc 1, 12-15

Jesús, ungido por el Espíritu, comienza su misión. Es expulsado al desierto, al árido desierto alrededor del Mar Muerto. Aquí permanece durante cuarenta días, número que significa un tiempo de prueba, como cuando Israel fue probado durante los cuarenta días de Moisés en el monte Sinaí (Éxodo 24, 18; 32, 1), y durante los cuarenta años en el desierto (Deuteronomio 8, 2).

El desierto se describe en las Escrituras como el reino de los poderes malignos, simbolizado por las bestias depredadoras que allí acechan (Levítico 16, 10; Isaías 35, 7–9; Ezequiel 34, 25). Jesús va allí para ser tentado (o “puesto a prueba”) por Satanás: es decir, ser probado en su resolución de llevar a cabo su Misión mesiánica según la voluntad del Padre.

“Satanás” significa adversario y es sinónimo del diablo, príncipe de los demonios (Marcos 3, 23-26), quienes se opondrá a Jesús en todo momento. Jesús entra voluntariamente en el territorio de Satanás para comenzar su misión contra los poderes del mal. Se enfrentará a Satanás en su frágil forma humana, fortalecida por el Espíritu.

La mención que hace Marcos de que Jesús estaba entre las bestias salvajes, aunque evidentemente no le causan daño, recuerda la profecía de Isaías de que a la venida del Mesías incluso las bestias salvajes serían domesticadas (Isaías 11, 1–9; Ezequiel 34, 25–28), restaurando el orden de Dios para la creación.

Los ángeles lo servían, tal como lo habían hecho cuando acompañaron a Israel en el desierto (Éxodo 14, 19) y proporcionaron alimento a Elías (1 Reyes 19, 5– 7). Un ángel también vendrá a Jesús en el Getsemaní.

Juan había sido arrestado: la palabra griega (paradidomi) significa literalmente «entregado». La misma palabra se aplica a Jesús en su relato de la Pasión (14, 10-11, 18), donde se traducido como «traicionado».

‘El tiempo ha llegado …’
El versículo 15 resume el núcleo del mensaje de Jesús. El «Reino de Dios» es un tema favorito en Mateo, Marcos y Lucas, y es el término que Jesús usó para indicar quién es.

‘Arrepiéntanse y crean’
Jesús retoma un tema de los profetas para arrepentirse (Nehemías, Isaías, Oseas y Juan el Bautista), pero Jesús añade la invitación a “creer”. (*)

(adaptado de Mary Healy, El Evangelio de Marcos, Baker Books 2008)

(*) fuente: https://stbeunosoutreach.wordpress.com/