Lecturas de la Semana de Ceniza, Tiempo de Cuaresma (Ciclo ‘B’, 2024)

‘Todo te está diciendo, ¡vuélvete a Dios!’

Hoy, Miércoles de Ceniza, la Iglesia entera comienza el tiempo fuerte de la Cuaresma, peregrinando juntos por 40 días, acompañando a Jesús en su camino a Jerusalén, preparándonos para vivir a su lado los amargos eventos de Semana Santa. La pregunta que usualmente nos hacemos es ¿cómo encaramos este peregrinar? ¿qué pasa cuando las cenizas, que hoy serán impuestas, desaparezcan? ¿En qué nos cambia la vida? Estos cuarenta días, son para caminar renovando a cada paso el encuentro íntimo con Cristo, vivo en la Palabra de Dios y en los sacramentos, no olvidando que Él está también vivo y presente en los hermanos.  El Papa Francisco nos recordaba que “la Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios. Cerrar el corazón al don de Dios que habla tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano.” (1)
Apoyados en la Palabra de Vida y en los sacramentos, estamos llamados a vivir la Cuaresma como un tiempo de gracia (2) que nos interpela a experimentar la fecundidad del ser hijos tan amados de Dios, hijos que caminan juntos con fe y esperanza en un Padre amoroso que nos invita a la conversión una y otra vez, a volvernos a Él de todo corazón.  Es por ello que, la Cuaresma, es también el tiempo favorable (3) para reconocer nuestra fragilidad, el pecado que nos aleja de la Vida verdadera, redescubriendo la misericordia de nuestro Padre Celestial, en ese tan anhelado y tierno abrazo que es el sacramento de la reconciliación.
Sabiéndonos amados, misericordiados, sostenidos por la gracia de Dios y de la mano de María, comencemos esta Cuaresma recordando las palabras del Papa Francisco en su mensaje para este año: [También] a nosotros Él [Jesús] nos dice: «No pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan» (Mt 6,16). Más bien, que se vea la alegría en los rostros, que se sienta la fragancia de la libertad, que se libere ese amor que hace nuevas todas las cosas, empezando por las más pequeñas y cercanas. (4)

  1. Mensaje de Cuaresma 2017
  2. Mensaje de Cuaresma 2015
  3. 1Cor 6, 2
  4. Mensaje de Cuaresma 2024

Miércoles de Ceniza

Lectura de la profecía de Joel 2, 12-18
Desgarren su corazón y no sus vestiduras

Ahora dice el Señor: Vuelvan a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos. Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y vuelvan al Señor, su Dios, porque él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y rico en fidelidad, y se arrepiente de sus amenazas. ¡Quién sabe si él no se volverá atrás y se arrepentirá, y dejará detrás de sí una bendición: la ofrenda y la libación para el Señor, su Dios!
¡Toquen la trompeta en Sión, prescriban un ayuno, convoquen a una reunión solemne, reúnan al pueblo, convoquen a la asamblea, congreguen a los ancianos, reúnan a los pequeños y a los niños de pecho! ¡Que el recién casado salga de su alcoba y la recién casada de su lecho nupcial!
Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, los ministros del Señor, y digan: « ¡Perdona, Señor, a tu pueblo, no entregues tu herencia al oprobio, y que las naciones no se burlen de ella! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?»
El Señor se llenó de celos por su tierra y se compadeció de su pueblo.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14. 17
R: ¡Ten piedad, Señor, porque hemos pecado!

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!  R

Porque yo reconozco mis faltas
y mi pecado está siempre ante mí.
Contra ti, contra ti solo pequé
e hice lo que es malo a tus ojos.  R

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu.  R

Devuélveme la alegría de tu salvación,
que tu espíritu generoso me sostenga:
Abre mis labios, Señor,
y mi boca proclamará tu alabanza.  R

Lectura de la primera segunda del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 5, 20 –– 6, 2
Déjense reconciliar con Dios.Éste es el tiempo favorable.

Hermanos:
Nosotros somos, entonces, embajadores de Cristo, y es Dios el que exhorta a los hombres por intermedio nuestro. Por eso, les suplicamos en nombre de Cristo: Déjense reconciliar con Dios. A aquel que no conoció el pecado, Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro, a fin de que nosotros seamos justificados por él.
Y porque somos sus colaboradores, los exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios. Porque él nos dice en la Escritura: En el momento favorable te escuché, y en el día de la salvación te socorrí. Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación.

Palabra del Señor

Aclamación antes del Evangelio Cf. Sal 94, 8a.-7d
No endurezcan su corazón,
sino escuchen la voz del Señor

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 6, 1-6. 16.18
Tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará

Gloria a Tí, Señor

Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Palabra del Señor

Gloria a Tí, Señor Jesús

Dt 30, 15-20
Sl 1, 1-2. 3. 4. 6 (R: ¡Feliz el que pone en el Señor toda su confianza!)
Lc 9, 22-25

Is 58, 1-9a
Sl 50, 3-4. 5-6a. 18-19 (R: Tú, Señor, no desprecias el corazón contrito y humillado)
Mt 9, 14-15

Is 58, 9b-14
Sl 85, 1-2. 3-4. 5-6 (R: Indícame tu camino, Señor, para que viva según tu verdad)
Lc 5, 27-32

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El lugar de encuentro de los Católicos latinos en Bangkok... de la mano de Cristo y bajo el amparo de María ... celebrando la fe en comunidad desde el 2002 ...

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