¡Hola, queridos amiguitos!
Hoy celebramos una de las fiestas mas especiales de la Iglesia: la Asunción de María al cielo.
La lectura del Evangelio nos relata la visita de María a su prima, Isabel. ¿Por qué esta visita? Pues, Isabel, al igual que María, estaba embarazada. Pero además, Isabel era bastante mayor que María, es por eso que la joven, que ya estaba en la dulce espera de Jesús, se pone en camino para ayudar a su prima.
Pero recuerden, que al principio de esta entrega, les decíamos que hoy, toda la Iglesia, celebra con mucha alegría la Asunción de María. Y, ¿qué significa esto?
Asunción quiere decir ser llevado al cielo. Y, ¿quién nos lleva? Al cielo, nos lleva Dios y también sus ángeles.
Entonces, en esta solemnidad, celebramos el hecho que María fue llevada por Dios, en cuerpo y alma al cielo y está junto a su amado Hijo, nuestro hermano y amigo, Jesús.
Y algún día, nosotros también estaremos con Ella, para siempre, junto a Jesús, viviendo con Él por todos los tiempos.
Bien, ahora que ya sabemos qué significa la celebración de este día, hablemos un poco del Evangelio. La joven María se pone en camino a acompañar a su prima, Isabel, que era mayor y estaba en cinta. ¡Qué lindo gesto el de María! Se aventuró a ir de viaje solita y embarazada. Imaginen qué duro habrá sido, en aquella época, salir de viaje. Pero Ella, al enterarse de la buena noticia de Isabel, no pensó en sí, sino que en su corazón generoso, sabía que su prima necesitaba ayuda. E Isabel, no tardó en expresar su gratitud, al decirle: ¡Querida María, bendita tu eres entre todas las mujeres, feliz de ti pues creíste lo que Dios te ha dicho y por ello el Señor te ha llenado de Vida! Qué bello el gesto de Isabel, ¿no es cierto?
La fiesta de hoy y el relato del Evangelio, nos recuerdan dirigir, cada día, nuestra mirada hacia la Virgen María, sabiendo que Ella, como lo hizo con Isabel, nos ayuda, nos cuida, nos da su enorme fortaleza y coraje. Su inmenso amor de Madre nos consuela hoy y siempre. Ella nos enseña, con su ejemplo, el camino para llegar a su Hijo, Jesús.

Evangelio ~ san Lucas 1, 39-50
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña. A un pueblo de Judá; entró en Casa de Zacarías, y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo, y dijo a voz en grito: -¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
fuente: Dominicos.org
https://www.dominicos.org/predicacion/homilia/23-12-2012/infantil/
¡Feliz semana, queridos amiguitos y que nuestra Madre, la Virgen María, los cubra con su manto de amor!