La Eucaristía, escuela de bendición 1
La fiesta del Corpus Christi honra a Jesucristo, quien se nos hace verdaderamente presente a través del pan y el vino. Celebramos también a la Iglesia como el Cuerpo vivo de Cristo en toda su humanidad y desorden.
Melquisedec, rey de Salem y sumo sacerdote, trae pan y vino y bendice a Abram tras su victoria en la batalla. Esto predice el sacrificio supremo de Jesús y nuestra unión con él a través de la Eucaristía (Primera lectura)El Salmo continúa con este tema, proclamando el destino de Jesús como salvador, venciendo el pecado, el mal y la muerte para todos.
En la segunda lectura, Pablo responde a los informes sobre el comportamiento inapropiado y abusivo de los corintios, particularmente durante la celebración de la Eucaristía. Su relato de la Última Cena es un recordatorio de la santidad y la unidad del sacramento y de la necesidad de honrar el gran sacrificio de Jesús.
El Evangelio relata el milagro de los panes y los peces. El alimento se multiplica al pasar de persona a persona, recordándonos que el amor de Dios es para compartir y es abundante.
Como Peregrinos de la Esperanza en este año jubilar, oramos para que estemos unidos en el poder sanador del amor infinito de Dios. Al compartir la Eucaristía, recibimos el pan vivo que nos da fuerza y alimento para afrontar todas las dificultades de la vida. (*)
(1) Papa Francisco, Homilía, Solemnidad de Corpus Christi, 23 junio 2019

En nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres. Y nosotros queremos ser, dentro de esta masa, una pequeña levadura de unidad, de comunión y de fraternidad. Nosotros queremos decirle al mundo, con humildad y alegría: “¡Miren a Cristo! ¡Acérquense a Él! ¡Acojan su Palabra que ilumina y consuela! ¡Escuchen su propuesta de amor para convertirse en su única familia! En el único Cristo, somos uno”
Papa León XIV
Celebración Eucarística con motivo del inicio
del ministerio petrino del Obispo de Roma
18 mayo 2025
Lectura del libro del Génesis 14, 18-20
Ofreció pan y vino
En aquellos días:
Melquisedec, rey de Salém, que era sacerdote de Dios, el Altísimo, hizo traer pan y vino, y bendijo a Abrám, diciendo:
«¡Bendito sea Abrám departe de Dios, el Altísimo,
creador del cielo y de la tierra!
¡Bendito sea Dios, el Altísimo,
que entregó a tus enemigos en tus manos!»
Y Abrám le dio el diezmo de todo.
Palabra del Señor
Salmo Responsorial 109, 1-4
R: Tú eres Sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec
Dijo el Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
mientras yo pongo a tus enemigos
como estrado de tus pies». R
El Señor extenderá
el poder de tu cetro:
«¡Domina desde Sión,
en medio de tus enemigos!» R
«Tú eres príncipe desde tu nacimiento,
con esplendor de santidad;
yo mismo te engendré como rocío,
desde el seno de la aurora». R
El Señor lo ha jurado
y no se retractará:
«Tú eres sacerdote para siempre,
a la manera de Melquisedec». R
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 11, 23-26
Siempre que lo coman y beban proclamarán la muerte del Señor
Hermanos:
Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía».
De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía».
Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que Él vuelva.
Palabra del Señor
Secuencia ~ Laude Sion Salvatore
Aleluya Jn 6, 51
«Yo soy el pan vivo bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá eternamente», dice el Señor
✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 9, 11b-17
Todos comieron hasta saciarse
Gloria a Ti, Señor
Jesús habló a la multitud acerca del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados.
Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: «Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto».
Él les respondió: «Denles de comer ustedes mismos». Pero ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente».
Porque eran alrededor de cinco mil hombres.
Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: «Háganlos sentar en grupos de cincuenta». Y ellos hicieron sentar a todos.
Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirviera a la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas.
Palabra del Señor
Gloria a Ti, Señor Jesús
Como Peregrinos de Esperanza quedamos unidos en oración y juntos compartimos la reflexión preparada por nuestros amigos de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para esta solemnidad de Corpus Christi: https://rezandovoy.org/reproductor/2025-06-22
~ Creciendo en la Fe ~
Notas sobre las lecturas de esta Semana

La Fiesta de Corpus Christi
Durante aproximadamente 700 años, la Iglesia ha celebrado la Fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, también conocido como Corpus Christi. Esta solemnidad celebra el regalo que Jesús nos da en la Eucaristía: su propio Ser como nuestra comida y bebida. Algunas iglesias anglicanas también lo mantienen como el Día de Acción de Gracias por la Institución de la Santa Comunión.
Segunda Lectura ~ 1Cor 11, 23-26
La lectura de hoy de Corintios constituye el relato escrito más antiguo que tenemos de la Última Cena. Más tarde, los evangelios sinópticos también relatan este episodio, aunque cada uno tiene ligeras diferencias: el relato de Lucas es el más cercano al de Pablo.
Pablo escribe a los de Corinto porque han habido informes de conflicto y lucha en la nueva comunidad cristiana. Aquí, el Apóstol aborda las dificultades que se dan en torno al partir el pan juntos. Para él, no puede haber Eucaristía en una comunidad donde los miembros no se aman. Sin embargo, en una sociedad muy jerarquizada donde cada persona sabe dónde está en la escala social, surgen problemas. A la hora de comer, era habitual que los de mayor estatus social tuvieran más comida y mejor vino que los otros, y parece que también aplicaron esta costumbre a la Eucaristía.
Apoyándose en la tradición oral (“esto es lo que recibí…”), Pablo recuerda a los Corintios del propósito de la Eucaristía: un memorial de la Última Cena y una proclamación de la muerte del Señor hasta que Él venga otra vez. Utiliza términos cargados de significado simbólico en los escritos del Antiguo Testamento; en particular, la referencia a la sangre y el recuerdo, que lleva a sus lectores volver a la Pascua (Éxodo 12, 14). En la última oración, el ‘usted’ está en el forma plural, dirigiéndose así no sólo a todos los corintios, sino también a todos nosotros.
Evangelio ~ Lc 9, 11-17
El Milagro de la Multiplicación
de los Panes y los Peces
La comida y la bebida que Jesús compartió con sus discípulos en la Última Cena prefigura el alimento espiritual, el pan de vida que es la Eucaristía que compartimos hoy. Este compartir de la comida y la fracción del pan también hace eco del milagro de la multiplicación de los panes y los peces, descrita en el evangelio de hoy. Este evento es un ejemplo perfecto de la provisión de Dios para aquellos que lo siguen en la fe. La alimentación de Jesús a la multitud también nos recuerda el Antiguo Testamento: el milagro del maná en el desierto (Éxodo 16, 13–18).
Entonces [Jesús] tomó los [panes], levantó los ojos al cielo y los bendijo; luego los partió y se los entregó a sus discípulos para que los distribuyeran…
Los doce discípulos acaban de regresar de su camino misionero, y Jesús los lleva lejos de las multitudes para descansar. Ellos están en Betsaida, aldea al otro lado del Jordán, al norte del Mar de Galilea. Las multitudes descubren adónde han ido y los siguen; es tarde y tienen necesidad de comida. Este milagro es registrado por los cuatro evangelistas, con Marcos y Mateo registrándo dos eventos similares. Lucas menciona la hospitalidad de Jesús y la curación de los enfermos.
fuente: https://stbeunosoutreach.wordpress.com/


Deja un comentario