¿Qué es la Octava de Navidad?

Tal vez, la mayoría de nosotros asocie la palabra “octava” al vocabulario musical. Pero en la liturgia fue muy usado y hasta respetado. Esto viene para recordarnos que actualmente sólo se celebran oficialmente dos “octavas” en la liturgia de la Iglesia latina: La de Pascua y la de Navidad. Porque son los dos ‘focos’ del año litúrgico. La ‘Octava’ de Pascua es tan privilegiada como la Semana Santa: Normalmente no se permite usar otro formulario de celebración de la Misa que no sea el del día correspondiente de la octava. Y en el prefacio de la Plegaria Eucarística, así como en ciertas fórmulas breves que se introducen en la misma Plegaria, se repite que estamos celebrando “este día” en que Cristo resucitó, expresión que se cambia por “este tiempo” en los prefacios de las restantes semanas del tiempo pascual.
La Octava de Navidad tiene menos “privilegios”. En parte, porque la misma fiesta nace y se desarrolla entre comienzos del siglo III y mediados del IV, para cristianizar las celebraciones del “Nacimiento del Sol Invicto”. Y, además, porque en el mismo tiempo en que se fijó la celebración de la Navidad, se la asoció con la de ciertos ‘testigos’ que la comunidad consideró justo adjuntarle: La fiesta de san Esteban (el 26) el primer mártir, la de san Juan Evangelista (27), al que se identifica como ‘el discípulo amado’, y la de los Santos Inocentes (28), víctimas de la primera persecución contra Jesús. Ellos nos acompañan en esta semana, en la que se nos mueve a tener siempre presente que estamos celebrando “el día santísimo en que la Virgen María dio a luz al Salvador del mundo” (esta es una de las expresiones que la liturgia introduce en las Plegarias eucarísticas en esta ‘octava’), porque el Señor no vino como un fuego artificial que nos hace gozar sólo un instante, sino que siempre está con nosotros ‘todos los días, hasta el fin de la historia’.
La Octava se cierra el 1 de enero, con la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios[1], el título de María que fundamenta toda nuestra relación con ella. Porque es un título ligado a la persona de Jesucristo… porque Él es Dios, llamamos Madre de Dios a María. Y el misterio que celebramos en estos días es el hecho deslumbrante de que Dios haya querido despojarse de su rango, para hacerse uno de nosotros (cf. Fil. 2,7). En ese contexto, la celebración de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, nos desafía, al mismo tiempo, a encontrar y testimoniar la presencia de Jesús en la vida familiar.
[1] Para la Iglesia, Jornada Mundial de la Paz, conmemoración fijada por San Pablo VI en 1966. En este año (2025) se celebra con el lema: Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz.
fuente: https://jesuitas.cl/octava-de-navidad/
26 de diciembre ~ San Esteban, Primer Mártir (F)
Hch 6, 8-10; 7, 54-60
Sal 30, 3c-4. 6.7b-8a. 16b-17
Mt 10, 17-22
Reflexión de RezandoVoy.org: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-26
27 de diciembre ~ San Juan, apóstol y evangelista (F)
1Jn 1, 1-4
Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12
Jn 20, 2-8
Reflexión de RezandoVoy.org: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-27
28 de diciembre ~ Los Santos Inocentes, mártires (F)
1Jn 1, 5 – 2, 2
Sal 123, 2-5. 7b-8
Mt 2, 13-18
Reflexión de RezandoVoy.org: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-28
30 de diciembre ~ Día VI de la Octava
1Jn 2, 12-17
Sal 95, 7-10
Lc 2, 22. 36-40
Reflexión de RezandoVoy.org: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-30
31 de diciembre ~ Día VII de la Octava
1Jn 2, 18-21
Sal 95, 1-2. 11-13
Jn 1, 1-18
Reflexión de RezandoVoy.org: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-31
~ 29 de diciembre ~
La Sagrada Familia de Jesús, María y José (F)

Si el amor es una relación, se construye como una casa. No querrán construirla sobre la arena de los sentimientos que van y vienen, sino sobre la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios. La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer como se construye una casa: que sea lugar de afecto, de ayuda, de esperanza.
Papa Francisco
(Palabras a los novios que se reunieron en San Pedro el día de San Valentín)
Lectura del primer libro de Samuel 1, 20-22. 24-28
Samuel, para toda la vida, queda cedido al Señor
En aquellos días, Ana concibió, y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Samuel, diciendo: «Se lo he pedido al Señor».
El marido, Elcaná, subió con toda su familia para ofrecer al Señor el sacrificio anual y cumplir su voto.
Pero Ana no subió, porque dijo a su marido: «No iré hasta que el niño deje de mamar. Entonces lo llevaré, y el se presentará delante del Señor y se quedará allí para siempre». Elcaná, su marido, le dijo: «Puedes hacer lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado, y ojalá que el Señor cumpla su palabra». La mujer se quedó, y crió a su hijo hasta que lo destetó.
Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era aún muy pequeño. Y después de inmolar el novillo, se lo llevaron a Elí.
Ella dijo: «Perdón, señor mío, ¡por tu vida, señor!, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti, para orar al Señor. Era este niño lo que yo suplicaba al Señor, y él me concedió lo que le pedía. Ahora yo, a mi vez, se lo cedo a él; para toda su vida queda cedido al Señor».
Después se postraron delante del Señor.
Palabra del Señor
Salmo Responsorial 83, 2-3. 5-6. 9-10
R: ¡Señor, felices los que habitan en tu casa!
¡Qué amable es tu Morada, Señor del Universo!
Mi alma se consume de deseos por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente. R
¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación! R
Señor del universo, oye mi plegaria,
escucha, Dios de Jacob;
protege, Dios, a nuestro Escudo
y mira el rostro de tu Ungido. R
Lectura de la primera carta de san Juan 3, 1-2. 21-24
Nos llamamos y somos hijos de Dios
Queridos hermanos:
¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él.
Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dios con plena confianza, y él nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Su mandamiento es este: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como él nos ordenó. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.
Palabra del Señor
Aleluya Cf. Hech 16, 14b
Señor, toca nuestros corazón,
para que aceptemos las palabras de tu Hijo.
✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 41-52
Jesús entre los doctores de la Ley es hallado por sus padres
Gloria a Tí, Señor
Los padres iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acababa la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Ellos no entendieron lo que les decía. El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres.
Palabra del Señor
Gloria a Tí, Señor Jesús
En comunión con la Sagrada Familia de Nazaret, nos unimos en oración para meditar juntos la reflexión de nuestros amigos de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para esta fiesta: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-29
~ 1 de enero ~
Santa María, Madre de Dios (S)

Confiemos el nuevo año a la Madre de Dios. Consagrémosle nuestra vida. Ella, con ternura, sabrá revelar su plenitud; porque nos conducirá a Jesús, y Jesús es la plenitud del tiempo, de todo tiempo, de nuestro tiempo, del tiempo de cada uno de nosotros. En efecto, como se ha escrito, “no ha sido la plenitud del tiempo lo que hizo que fuera enviado el Hijo de Dios, sino al contrario, el envío del Hijo dio lugar a la plenitud del tiempo” (cf. M. Lutero, Vorlesung über den Galaterbrief 1516-1517, 18). Hermanos y hermanas que este año esté lleno de la consolación del Señor; que este año esté colmado de la ternura materna de María, la Santa Madre de Dios. Y los invito ahora a proclamar todos juntos, por tres veces: ¡Santa Madre de Dios! Juntos: ¡Santa Madre de Dios! ¡Santa Madre de Dios! ¡Santa Madre de Dios!
Papa Francisco,
Solemnidad de Santa María, Madre de Dios
1 de enero 2024
(*) La fórmula de bendición sacerdotal que aparece en la primera lectura, se cumplió plenamente en María. El Señor estuvo con ella, desde el principio, le dio su paz, fue la llena de gracia. Así lo sintió la primera Iglesia post-apostólica cuando la invocó: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros”. Y así lo siente la Iglesia de nuestros días llamándola: “Madre de la Paz”
Lectura del libro de los Números 6, 22-27
Invocarán mi Nombre sobre los israelitas, y Yo los bendeciré
El Señor dijo a Moisés:
«Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán:
“Que el Señor te bendiga y te proteja.
Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti
y te muestre su gracia.
Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz.”
Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.»
Palabra del Señor
Salmo Responsorial 66, 2-3. 5-6. 8
R: El Señor tenga piedad y nos bendiga
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio,
y su victoria entre las naciones. R
Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con justicia
y guías a las naciones de la tierra. R
¡Que los pueblos te den gracias, Señor,
que todos los pueblos te den gracias!
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la tierra. R
(*) San Pablo nos muestra que el Hijo hecho hombre ha puesto su voluntad debajo de nuestras necesidades, De esta manera, Jesucristo, el Hijo de Dios, nos ha dado la posibilidad de ser también nosotros hijos de Dios por adopción.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 4, 4-7
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra del Señor
Aleluya Heb 1, 1-2
Después de haber hablado a nuestros padres
por medio de los Profetas,
en este tiempo final,
Dios nos habló por medio de su Hijo.
✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 16-21
Encontraron a María, a José y al recién nacido. Ocho días después se le puso en nombre de Jesús
Gloria a Tí, Señor
Los pastores fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor
Gloria a Tí, Señor Jesús
Encomendados a nuestra Madre, la Santísima Virgen María, quedamos unidos en oración meditando juntos la reflexión de nuestros amigos de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para esta solemnidad: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2025-01-01
(*) Las reflexiones de las lecturas fueron tomadas del sitio de la Vicaría de Pastoral del Arzobispado de Buenos Aires: https://arzbaires.org.ar/vicariapastoral/#STAMARIAMADREDEDIOSB



Replica a Su nombre es Juan. – AleMaraGomezCejas Cancelar la respuesta