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Lecturas del Domingo de Pentecostés (S) (Ciclo ‘B’, 2024)

Con gozo en el corazón, celebramos hoy la Solemnidad de Pentecostés, que conmemora la realización de la promesa de Jesús: llega el Espíritu Santo y se inicia la misión de la Iglesia, anunciar al mundo el amor de Dios hecho hombre en Jesucristo.  Al actualizar ese momento, la Iglesia entera revive su vocación misionera, resignificando el mandato de Jesús de salir al mundo a evangelizar a todos los pueblos. Estamos de fiesta porque la iglesia, nacida en la Pascua del Señor, celebra hoy su bautismo de fuego, la experiencia renovadora a partir del Espíritu Creador que desciende sobre ella.
Este hecho transformador, que en clave misionera experimenta la Iglesia, hace que la misma, como dice el Papa Francisco, sea movida por el Espíritu que nos hace ver todo de un modo nuevo, según la mirada de Jesús. Yo lo diría de esta manera: en el gran viaje de la vida, Él nos enseña por dónde empezar, qué caminos tomar y cómo caminar. (1)  Estas palabras del Santo Padre nos llevan a preguntamos, ¿cómo vamos, cómo es y hacía donde camina esta Iglesia nacida en Pentecostés?
En su libro Caminar con Jesús, la Esencia de la Vida Cristiana, el Papa Francisco nos dice que un elemento fundamental de Pentecostés es el asombro. Nuestro Dios es un Dios de sorpresas; esto lo sabemos.  La Iglesia nacida en Pentecostés proclama un nuevo mensaje: la resurrección de Cristo, con un lenguaje novedoso y universal: el del amor. Hay un nuevo anuncio: Cristo vive, ha resucitado. Hay un nuevo lenguaje: el lenguaje del amor.  Si la Iglesia está viva, ella siempre debe sorprender. Corresponde a la Iglesia el sorprender. Una Iglesia que no es capaz de asombrar es una Iglesia que es débil, enferma, moribunda, y que necesita estar en una unidad de cuidados intensivos, tan pronto como sea posible! (2)
Esta es la Iglesia a la que hacía referencia ese gran santo latinoamericano, el Arzobispo Oscar Romero, aquella que proclama un “Evangelio que turba los sentidos”, una “palabra de Dios que interpela”, que “toca el verdadero pecado de la sociedad en la que es proclamado”.
Es la Iglesia que, animada por el Espíritu de Sabiduría, se deja sorprender, se atreve a salir a la periferia a anunciar y a trabajar por el Reino de paz, de libertad y solidaridad, es la que se juega y denuncia las injusticias de las que tantos hermanos son víctimas; es la Iglesia que toca las llagas de Cristo en el pobre, la que trabaja por la dignidad del ser humano, la que interpela a tomar conciencia de la creación divina y lucha por la protección de nuestra Casa Común; es la Iglesia que defiende la vida en todo momento; es la que se abre a la gracia y que, bajo el impulso del Espíritu, cultiva la cultura del encuentro tendiendo puentes de fraternidad e inclusión; esta es la Iglesia, Pueblo de Dios que, con humildad, camina esta tierra con la fuerza del Paráclito, para ser signo vivo y presente de la misericordia divina, para dar testimonio concreto de Jesús, Camino, Verdad y Vida. Es la Iglesia que, dócil a la fuerza creadora del Espíritu, proclama el Amor incondicional del Padre, nos impulsa en el camino de la fe y manifiesta en su peregrinar la esperanza en el Resucitado.  
Oremos esta semana, queridos hermanos, para que el Dulce Huésped del Alma se derrame abundantemente con su fuerza renovadora sobre nuestra Iglesia y sobre cada uno de nosotros, templos del Espíritu, para que proclamemos y vivamos la “valentía del Evangelio” donde quiera que nos encontremos, diciendo con fe:  ¡Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en nosotros la llama de tu amor! Amén.

Equipo de Liturgia
Comunidad Católica Latina

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-11
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo
un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.
Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.
Con gran admiración y estupor decían:
«¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua? Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.»

Palabra de Dios

Salmo Responsorial 103, 1ab. 24ac. 29b-31. 34
R: Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra

Bendice al Señor, alma mía:
¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
¡Qué variadas son tus obras, Señor!
¡La tierra está llena de tus criaturas! R

Si les quitas el aliento,
expiran y vuelven al polvo.
Si envías tu aliento, son creados,
y renuevas la superficie de la tierra. R

¡Gloria al Señor para siempre,
alégrese el Señor por sus obras!
Que mi canto le sea agradable,
y yo me alegraré en el Señor. R

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 12, 3b-7. 12-13
Todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo

Hermanos:
Nadie puede decir: «Jesús es el Señor», si no está impulsado por el Espíritu Santo.
Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos. En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común.
Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo – judíos y griegos, esclavos y hombres libres – y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.

Palabra del Señor

Secuencia de Pentecostés
https://comunidadcatolicabkk.org/2020/05/30/la-venida-del-espiritu-santo-domingo-de-pentecostes-a/

Aleluya
¡Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor!

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 26-27; 12-15
El Espíritu de la Verdad les hará conocer toda la verdad

Gloria a Ti, Señor

Durante la Última Cena, Jesús les dijo a sus discípulos:
Cuando venga el Paráclito 
que yo les enviaré desde el Padre, 
el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, 
él dará testimonio de mí. 
Y ustedes también dan testimonio, 
porque están conmigo desde el principio.
Todavía tengo muchas cosas que decirles, 
pero ustedes no las pueden comprender ahora. 
Cuando venga el Espíritu de la Verdad,
él los introducirá en toda la verdad, 
porque no hablará por sí mismo, 
sino que dirá lo que ha oído 
y les anunciará lo que irá sucediendo. 
Él me glorificará, 
porque recibirá de lo mío 
y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. 
Por eso les digo: 
«Recibirá de lo mío 
y se lo anunciará a ustedes”».

Palabra del Señor

Gloria a Tí, Señor Jesús

En este Domingo de Pentecostés, continuamos unidos en oración meditando juntos la reflexión de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-05-19

~ Creciendo en la Fe ~
Notas sobre las lecturas de esta semana

Salmo 103 (104)

Esta semana leemos algunos versos de un largo salmo de alabanza a Dios, el Creador. Se la suele llamar «la perla del salterio» y está escrita en un estilo de himno. Los académicos han notado, a menudo, paralelos con un texto egipcio a Akhenaton, el Rey Sol (1350 aC). Sin embargo, la comprensión de la creación mostrada en todo el salmo, así como las referencias al espíritu de Dios que da vida, son claramente un eco del libro de Génesis (cap. 1-2).
En el extracto corto de hoy, la línea ‘La Tierra está llena de sus riquezas’ resume el resto del Salmo, y el texto, en su conjunto, es un buen recordatorio de nuestro deber de cuidar, proteger y sostener la creación de Dios.
La referencia a la respiración o Espíritu de Dios lo convierte en el salmo elegido para los cristianos el Domingo de Pentecostés, aunque la noción del espíritu de Dios aquí es muy diferente del Espíritu Santo Pentecostal.
Sin embargo, el Salmo enfatiza que toda la creación de Dios depende de su presencia y aliento: ‘Tú quitas tu espíritu, y mueren … Envías tu espíritu, y son creadas’. Es interesante que el texto hebreo use el tiempo imperfecto para este verso, lo que implica que la acción mencionada, a pesar de haber sucedido en el pasado, continúa hasta ahora. La creación de Dios no está completa, sigue desplegándose y, es por ello que, estamos llamados a participar en su actividad creativa.

El género del Espíritu
La palabra para el ‘espíritu’ en hebreo (ruach) es femenino, mientras que la palabra griega del Nuevo Testamento (pneuma) es neutro y el ‘Paráclito’ del Evangelio de san Juan (parakletos: defensor o abogado) es masculino. Las traducciones bíblicas tienden a referirse al Espíritu Santo como «Él», aunque algunos lectores prefieren imaginar el espíritu como mujer.

Evangelio ~ Jn 15, 26-27; 16, 12-15

Pentecostés
La palabra Pentecostés proviene de la palabra griega por quincuagésima. En su contexto original se refiere al Festival Judío de Semanas (Shavout), celebrado en el quincuagésimo día después de la Pascua, una fiesta importante que marca la cosecha de grano, cuando los judíos de todo el mundo llegaban a Jerusalén a celebrar. Este es el fondo de la escena descrita por san Lucas en la primera lectura de hoy (Hechos 2, 1-11), cuando el Espíritu Santo desciende sobre los apóstoles el día de Pentecostés. Como cristianos, ahora celebramos Pentecostés cincuenta días después de la resurrección: la culminación del tiempo Pascual.
El pasaje del evangelio consiste en dos extractos de los discursos de despedida de Jesús (Juan 14-17), donde Jesús anuncia la venida del Espíritu Santo.

El Paráclito
San Juan es el único evangelista que usar la palabra Paráclito para referirse al Espíritu Santo (ver también Juan 14, 16, 26). En el Evangelio de hoy, esto se traduce como Defensor, aunque las palabras Consolador, Intercesor, Maestro también se utilizan. El término Defensor pertenece al sistema legal romano y alude a quien, en un juicio, argumenta un caso.

Un espíritu de verdad
Juan también describe al Espíritu Santo como el «Espíritu de Verdad» (ver también Juan 14, 17; 15, 26, y 1 Juan 4, 6). Este término también se encuentra en varios otros documentos del período, y puede haber sido una expresión judía de la época.
La función del Espíritu es «llevarlos a la verdad completa» (16, 13). Como en otros lugares del Evangelio de Juan, la «verdad» es la creencia en Jesucristo como quien habla las palabras de Dios. La venida del Espíritu no depende simplemente de nuestro poder de entender.

‘Él será mi testigo y tú también serás mi testigo’
El Espíritu Santo le dará a los testigos las palabras que necesitan (ver también Marcos 13, 11 y Lucas 12, 11-12): ‘No te preocupes por cómo defenderte o qué tienes que decir, ya que el Espíritu Santo te enseñará, en ese momento, lo que debes decir’.

Él te lo dirá’
La palabra griega para ‘tu’ es plural, por lo que Jesús no está abordando a un individuo, sino a todos sus seguidores, incluidos nosotros. Lo que el espíritu nos «dirá» (tengamos en cuenta que este verbo se usa tres veces en estos pocos versos) no será nada nuevo, ya que el Espíritu no estará hablando ‘como de sí mismo’, sino que glorificará a Jesús y nos dirá lo que El padre ha dado a su Hijo. (*)

fuente: (*) https://stbeunosoutreach.files.wordpress.com/2021/04/prego-plus-pentecost-year-b-2021.pdf
(1) Papa Francisco, Santa Misa en la Solemnidad de Pentecostés, 5 de junio 2022
(2) Papa Francisco, Caminar con Jesús: La esencia de la vida cristiana (Ed. Origen, 23 de junio 2020)

Papa Francisco
Santa Misa de la Solemnidad de Pentecostés
23 de mayo 2021

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