Lecturas del Domingo IV del Tiempo de Pascua (Ciclo ‘B’, 2024) ~ «Domingo del Buen Pastor»

Ellas oirán mi voz

Continuamos nuestro viaje a través del tiempo pascual, experimentando la alegría del Señor Resucitado. Este cuarto domingo de Pascua tradicionalmente presenta a Jesús como el Buen Pastor y, también como cada año, se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
En la Primera Lectura, Pedro explica que el milagro que ha podido realizar no proviene de él, sino del nombre de Jesucristo, la piedra angular rechazada por los constructores.
El Salmo, normalmente cantado por los peregrinos de camino a Jerusalén, es una oración de acción de gracias de alguien que ha sido rescatado de una dura prueba. Utiliza la misma imagen fundamental que la Primera Lectura. Como Pedro, el salmista reconoce al Señor como su Salvador.
El autor de la Segunda Lectura enfatiza que somos hijos de Dios. Aunque el camino nos resulte difícil y nos sintamos inseguros de lo que nos depara el futuro, seremos transformados a la semejanza de Dios cuando lo encontremos.
En el Evangelio, Jesús se describe a sí mismo como el Buen Pastor, que está dispuesto a dar su vida por nosotros; Él nos conoce íntimamente y quiere atraer a todos a su redil.
En esta Jornada de Oración por las Vocaciones, oremos para que todos estemos dispuestos y seamos capaces de realizar nuestra propia vocación. Además, continuamos orando por los países devastados por la guerra, para que encuentren un Buen Pastor que los guíe para salir del conflicto. (*)

[Por tanto], Jesús Buen Pastor defiende, conoce, y sobre todo ama a sus ovejas. Y por esto da la vida por ellas (cfr. Jn 10,15). El amor por las ovejas, es decir por cada uno de nosotros, le lleva a morir en la cruz, porque esta es la voluntad del Padre, que nadie se pierda. El amor de Cristo no es selectivo, abraza a todos. Nos lo recuerda Él mismo en el Evangelio de hoy, cuando dice: «También tengo otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor» (Jn 10,16). Estas palabras dan fe de su inquietud universal: Él es pastor de todos. Jesús quiere que todos puedan recibir el amor del Padre y encontrar a Dios.
Y la Iglesia está llamada a llevar adelante esta misión de Cristo. Además de los que frecuentan nuestras comunidades, hay muchas personas, la mayoría, que lo hacen solo en casos particulares o nunca. Pero no por esto no son hijos de Dios: el Padre confía todos a Jesús Buen Pastor, que ha dado la vida por todos.

papa francisco
ángelus~regina caeli, 25 de abril 2021

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 4, 8-12
No existe otro Nombre por el cual podamos salvarnos

En aquellos días:
Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, ya que hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue curado, sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos.
Él es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación.»

Palabra del Señor

Salmo Responsorial 117, 1. 8-9. 21-23. 26. 28-29
R: Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor

¡Den gracias al Señor,
porque es bueno,
porque es eterno su amor!
Es mejor refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres;
es mejor refugiarse en el Señor
que fiarse de los poderosos. R

Yo te doy gracias
porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
La piedra que desecharon los constructores
es ahora la piedra angular.
Esto ha sido hecho por el Señor
y es admirable a nuestros ojos. R

¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor:
Tú eres mi Dios, y yo te doy gracias;
Dios mío, yo te glorifico.
¡Den gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor! R

Lectura de la primera carta de san Juan 3, 1-2
Veremos a Dios tal cual es

Queridos hermanos:
¡Miren cómo nos amó el Padre!
Quiso que nos llamáramos hijos de Dios,
y nosotros lo somos realmente.
Si el mundo no nos reconoce,
es porque no lo ha reconocido a Él.
Queridos míos,
desde ahora somos hijos de Dios,
y lo que seremos no se ha manifestado todavía.
Sabemos que cuando se manifieste, 
seremos semejantes a Él,
porque lo veremos tal cual es.

Palabra del Señor

Aleluya Jn 10, 14
«Yo soy el buen Pastor:
conozco a mis ovejas,
y mis ovejas me conocen a mí», dice el Señor

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 10, 11-18
El buen Pastor da la vida por las ovejas

Gloria a Tí, Señor

Jesús dijo:
«Yo soy el buen Pastor.
El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor
y al que no pertenecen las ovejas,
cuando ve venir al lobo las abandona y huye,
y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado,
no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor:
conozco a mis ovejas,
y mis ovejas me conocen a mí
-como el Padre me conoce a mí
y yo conozco al Padre-
y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas
que no son de este corral
y a las que debo también conducir:
ellas oirán mi voz,
y así habrá un solo Rebaño
y un solo Pastor.
El Padre me ama
porque yo doy mi vida
para recobrarla.
Nadie me la quita,
sino que la doy por mí mismo.
Tengo el poder de darla
y de recobrarla: este es el mandato
que recibí de mi Padre.»

Palabra del Señor

Gloria a Tí, Señor Jesús

Te invitamos a quedarnos unidos en oración, meditando juntos con la reflexión de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-04-21

~ Creciendo en la Fe ~
Notas sobre las lecturas de esta semana

Este día se conoce como el ‘Domingo del Buen Pastor” pues, en este cuarto domingo (y en todos los ciclos litúrgicos), el Evangelio es siempre tomado del décimo capítulo del Evangelio de San Juan, donde Jesús habla de sí mismo como el ‘Buen Pastor’. Este domingo es, además, la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones en la que, especialmente, oramos para que a la Iglesia se sumen buenos líderes que ayuden en la gran tarea de difundir el Evangelio.

Segunda Lectura ~ 1 Jn 3, 1–2

El autor de esta epístola continúa interpretando el Evangelio de San Juan a su comunidad, centrándose en el amor que Dios tiene por todos. Es, a consecuencia de este Amor, que podemos ser llamados hijos de Dios.
Para los cristianos una de las consecuencias de ser hijos de Dios es que tendemos a ser contraculturales en nuestros valores: ‘el mundo se niega a reconocernos’.
Hay una tensión entre el presente y el futuro. Somos hijos de Dios, pero con mucha honestidad, el autor acepta que el futuro está poco claro: Aún no se ha revelado lo que seremos en el futuro. Esta falta de certeza sobre el futuro la expresa también san Pablo en su primera Carta a los Corintios: Ahora vemos un reflejo difuso en un espejo; pero entonces estaremos viendo cara a cara (1 Corintios 13, 12).
Un tema principal de la religión griega de esa época era la opinión de que había una experiencia transformadora para los humanos cuando estaban en presencia de una divinidad: las personas se convertían en lo que miraban. El autor de la carta de san Juan utiliza este argumento, que habrá resultado familiar para su audiencia: es decir, cuando veamos a Dios, seremos como él.

Evangelio ~ Jn 10, 11-18

Las palabras de Jesús resaltan la marcada diferencia entre un liderazgo bueno y uno malo. La imagen, muy familiar, se entiende a la luz de la idea de Dios como pastor de Israel en el Antiguo Testamento.

Yo soy el buen pastor’
En griego, hay dos palabras para «bueno». La primera es agathos, usada con respecto a la moralidad. Luego está kalos, palabra usada por Juan para describir a Jesús como el buen Pastor. Aquí se pretende dar un significado más profundo que a veces se traduce como «encantador» o «hermoso».

‘Conozco a mis ovejas’
Un pastor era totalmente responsable de las ovejas. Si algo le pasaba a los animales, la ley exigía que presentara pruebas de que no era culpa suya (ver Éxodo 22, 13, también Amós 3, 12). El pastor mostraba gran coraje en la protección de su rebaño (como en 1 Samuel 17, 34-36). Un «verdadero» pastor habría sido enviado con el rebaño cuando era muy joven. Las ovejas lo conocían y él a ellas. En el evangelio de Juan, “conocer” a Jesús significa tener una relación personal con él.

El asalariado
Para el asalariado, el pastoreo no era tanto una forma de vida sino un medio de ganar dinero. En la parábola, el “rebaño” es la “Iglesia de Cristo”, que sufre el ataque de influencias externas. Se vuelve aún más vulnerables si están dirigidas por “asalariados” que anteponen su bienestar. Los lobos eran una amenaza real para el rebaño y Jesús usó este hecho como una metáfora para advertir a sus discípulos de los peligros que enfrentaban cuando los envió a hacer su trabajo. Serían ‘…como ovejas en medio de lobos’ (Mateo 10, 16).

‘Doy mi vida por las ovejas’
Las imágenes de buenos y malos pastores se remontan al profeta Ezequiel (ver Ezequiel 34). San Juan, al citar a Jesús, diferencia también entre tipos de pastores, pero añade una dimensión adicional a su descripción. Era algo nuevo en las Escrituras decir que el buen pastor ‘daría su vida’ por sus ovejas.

‘Tengo otras ovejas que no son de este redil’
La misericordia de Dios no se limitó a Israel, sino que fue para todos los pueblos. Esto se traducirá en el cumplimiento de las profecías de Isaías (42, 6 y 49, 6) ‘Los haré luz de las naciones para que mi salvación llegue hasta el confines de la tierra.’ (*)

(*) fuente: https://stbeunosoutreach.wordpress.com/

Escrito por

El lugar de encuentro de los Católicos latinos en Bangkok... de la mano de Cristo y bajo el amparo de María ... celebrando la fe en comunidad desde el 2002 ...

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