Hola amiguitos y bienvenidos nuevamente a este espacio que compartimos cada semana, lugar donde juntos caminamos en la fe de la mano de Jesús y bajo el amparo de nuestra Madre, la Santísima Virgen María.
En el año 2020, aprendimos que miles y miles de hermanos sufrieron los efectos del COVID: muchas familias tuvieron enfermos entre sus seres queridos y amigos, otras los perdieron… quizá la nuestra fue una de ellas. Si amiguitos, mucha gente sufre… lo mismo sucedía en tiempos de Jesús…
Es por ello, que el Evangelio de este Domingo quinto del tiempo ordinario o durante el año del ciclo «B» nos trae hermosos relatos de Jesús sanando a hermanos enfermos comenzando con … la suegra de Pedro.
Pedimos al Espíritu Santo que nos regale su luz y, con mucho amor, comenzamos la dinámica de hoy mirando la ilustración de Fano:
- ¿Qué es lo primero que nos llama la atención?
- ¿Qué hace Jesús? ¿Qué tiene en su mano?
- ¿Quién está en la cama? ¿Qué les dice esa imagen?
Leemos lentamente el Evangelio… y después de unos minutos, volvemos a leerlo:
Evangelio según san Marcos 1, 29-39
Un día, Pedro invitó a Jesús y a sus amigos a comer a su casa. Pero con tan mala suerte que, cuando llegaron, la suegra de Pedro se había puesto enferma. Y ella era la que en la casa hacía todo. Vaya fastidio. El pobre Pedro, que era más bien un chapuzas para las cosas del hogar, estaba muy apurado, y además muy triste por su suegra. Pero Jesús, nada más llegar, la tomó de la mano y la curó. Fue una fiesta. Claro, todo el mundo se enteró, así que empezaron a llegar enfermos de todas partes para que les sanase. Y Jesús iba atendiendo a todos.
Luego, cuando ya estaban muy cansados, Jesús y sus amigos se fueron. Jesús se puso a rezar un rato, pues le gustaba hablar de las cosas del día con el Padre Dios. Pero casi no tuvo tiempo, porque sus amigos vinieron a decirle que todo el mundo le estaba buscando. Así que Jesús se puso otra vez manos a la obra y siguió recorriendo la región de Galilea, ayudando a quien se lo pedía.
- ¿Cómo comienza el relato?
- ¿Cómo se sentía Pedro?
- ¿Qué hizo Jesús cuando vio lo que pasaba?
- Y después de esta curación, ¿qué sucedió?
- ¿Cómo estaban Jesús y sus amigos? ¿Con quién le gustaba hablar a Jesús?
- ¿Qué pasó después?
Pensemos ahora ¿cómo podemos nosotros ayudar y cuidar a los demás (en nuestra familia, en el colegio, cuando jugamos)?
¿Cómo ayudamos a otros niños y hermanos que viven lejos de nuestra ciudad o país? Lo podemos hacer a través de la oración… hablando con nuestro Padre Celestial de la misma manera que Jesús lo hacía.
Resolvemos y coloreamos
fuente: http://elrincondelasmelli.blogspot.com
Padre del cielo (canción)
Cuando le hablo a Jesús,
siempre le hablo en bajito,
porque a Jesús no le gusta
hablar entre ruidos y gritos.
Y le hablo por la mañana,
cuando aún estoy en pijama,
y le hablo en cualquier momento,
porque me encuentro contento.
Padre del cielo: te quiero mucho,
quiero ser bueno, te pido por todos.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
venga a nosotros tu Reino.
Sabes que quiero ser bueno
con todos mis compañeros,
y compartir, sin esfuerzo,
todo aquello que yo tengo;
estar atento en el cole,
ayudar al que no puede,
y jugar mucho en mi casa,
después de hacer los deberes.
fuente: RezandoVoy.org
Seguimos orando con esta hermosa canción, Padre del Cielo que nos traen nuestros amigos de RezandoVoy.org: https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2021-02-07
Oración:
Querido Jesús, gracias por este encuentro contigo…. gracias porque siempre te siento cerca y siento que me amas y me cuidas…. enséñame a cuidar los demás con el mismo amor con el que tu lo haces; enséñame a ser generoso en mi casa, en el colegio, con mis amiguitos; te pido por todos los que están enfermos, cuídalos, Jesús, que sientan tu amor, como lo siento yo. Te quiero. Amén.
¡Que pasen una feliz y bendecida semana, chicos, caminando en la fe de la mano de Jesús y bajo el manto de amor de María!
Comunidad Católica Latina en Bangkok 