«Hoy nos ha nacido el Salvador:
el Mesías, el Señor»
Que el Espíritu Santo ilumine hoy nuestros corazones, para que podamos reconocer en el Niño Jesús, nacido en Belén de la Virgen María, la salvación que Dios nos da a cada uno de nosotros, a todos los hombres y todos los pueblos de la tierra. Que el poder de Cristo, que es liberación y servicio, se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra, la persecución, la esclavitud. Que este poder divino, con su mansedumbre, extirpe la dureza de corazón de muchos hombres y mujeres sumidos en lo mundano y la indiferencia, en la globalización de la indiferencia. Que su fuerza redentora transforme las armas en arados, la destrucción en creatividad, el odio en amor y ternura. Así podremos decir con júbilo: «Nuestros ojos han visto a tu Salvador».
Papa Francisco
«Urbi et Orbi», Navidad 2014
~ 25 de diciembre ~
Misa de la noche
Lectura del libro de Isaías 9, 1-6
Un hijo nos ha sido dado

El pueblo que caminaba en las tinieblas
ha visto una gran luz: sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz.
Tú has multiplicado la alegría,
has acrecentado el gozo;
ellos se regocijan en tu presencia,
como se goza en la cosecha,
como cuando reina la alegría por el reparto del botín.
Porque el yugo que pesaba sobre él,
la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero,
todo eso lo has destrozado como en el día de Madián.
Porque todas las botas usadas en la refriega
y las túnicas manchadas de sangre,
serán presa de las llamas, pasto del fuego.
Porque un niño nos ha nacido,
un hijo nos ha sido dado.
La soberanía reposa sobre sus hombros
y se le da por nombre: «Consejero maravilloso, Dios fuerte,
Padre para siempre, Príncipe de la paz».
Su soberanía será grande,
y habrá una paz sin fin
para el trono de David y para su reino;
él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia,
desde ahora y para siempre.
El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.
Palabra del Señor
Salmo Responsorial 95, 1-3. 11-13
R: Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor y bendigan su Nombre. R
Día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos. R
Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque. R
Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad. R
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito 2, 11-14
La gracia de Dios se ha manifestado por todos los hombres
Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado.
Ella nos enseña a rechazar la impiedad y las concupiscencias del mundo, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús.
El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno en la práctica del bien.
Palabra del Señor
Aleluya Lc 2, 10-11
Les traigo una buena noticia, una gran alegría:
hoy les ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor
✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 1-14
Hoy les ha nacido un Salvador
Gloria a Tí, Señor
Apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.
José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Angel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
«¡Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra, paz a los hombres amados por él».
Palabra del Señor
Gloria a Tí, Señor Jesús
Misa de la Aurora
Lectura del libro de Isaías 62, 11-12
Ahei llega tu Salvador

Esto es lo que el Señor hace oír
hasta el extremo de la tierra:
«Digan a la hija de Sión:
Ahí llega tu Salvador;
el premio de su victoria lo acompaña
y su recompensa lo precede.
A ellos se los llamará «Pueblo santo».
«Redimidos por el Señor»;
y a ti te llamarán «Buscada»,
«Ciudad no abandonada».
Palabra del Señor
Salmo Responsorial 95, 1. 6. 11-12
R: Hoy nos ha nacido el Señor. ¡Aleluya!
¡El Señor reina! Alégrese la tierra,
regocíjense las islas incontables.
Los cielos proclaman su justicia
y todos los pueblos contemplan su gloria. R
Nace la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alégrense, justos, en el Señor
y alaben su santo Nombre. R
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito 3, 4-7
Él nos salvó por su misericordia
Cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres,
no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia, él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo Y derramó abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador, a fin de que, justificados por su gracia, seamos en esperanza herederos de la Vida eterna.
Palabra del Señor
Aleluya Lc 2, 14
¡Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los hombres amados por Él!
✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 15-20
Los pastores encontraron a María, a José y al recién nacido
Gloria a Tí, Señor
Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado»
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Palabra del Señor
Misa del Día
Lectura del libro de Isaías 52, 7-10
Los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios

¡Qué hermosos son sobre las montañas
los pasos del que trae la buena noticia,
del que proclama la paz,
del que anuncia la felicidad,
del que proclama la salvación
y dice a Sión: ¡Tu Dios reina!.
¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz,
gritan todos juntos de alegría,
porque ellos ven con sus propios ojos
el regreso del Señor a Sión.
¡Prorrumpan en gritos de alegría,
ruinas de Jerusalén,
porque el Señor consuela a su Pueblo,
él redime a Jerusalén!
El Señor desnuda su santo brazo
a la vista de todas las naciones,
y todos los confines de la tierra
verán la salvación de nuestro Dios.
Palabra del Señor
Salmo Responsorial 97, 1-6
R: Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios
Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria. R
El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel. R
Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos. R
Canten al Señor con el arpa
y al son de instrumentos musicales;
con clarines y sonidos de trompeta
aclamen al Señor, que es Rey. R
Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1-6
Dios nos habló por medio de su Hijo
Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.
Él es el resplandor de su gloria
y la impronta de su ser.
Él sostiene el universo con su Palabra poderosa,
y después de realizar la purificación de los pecados,
se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo.
Así llegó a ser tan superior a los ángeles,
cuanto incomparablemente mayor que el de ellos
es el Nombre que recibió en herencia.
¿Acaso dijo Dios alguna vez a un ángel:
«Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy?»
¿Y de qué ángel dijo:
«Yo seré un padre para él
y él será para mí un hijo?»
Y al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice:
«Que todos los ángeles de Dios lo adoren.»
Palabra del Señor
Aleluya
Nos ha amanecido un dia sagrado:
vengan, naciones, adoren al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.
✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 1, 1-18
La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros
Gloria a Tí, Señor
Al principio existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra
y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la recibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan.
Vino como testigo,
para dar testimonio de la luz,
para que todos creyeran por medio de él.
Él no era la luz,
sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera
que, al venir a este mundo,
ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo,
y el mundo fue hecho por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
Vino a los suyos,
y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron,
a los que creen en su Nombre,
les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos no nacieron de la sangre,
ni por obra de la carne,
ni de la voluntad del hombre,
sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros.
Y nosotros hemos visto su gloria,
la gloria que recibe del Padre como Hijo único,
lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él, al declarar:
«Este es aquel del que yo dije:
El que viene después de mí
me ha precedido,
porque existía antes que yo».
De su plenitud, todos nosotros hemos participado
y hemos recibido gracia sobre gracia:
porque la Ley fue dada por medio de Moisés,
pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
Nadie ha visto jamás a Dios;
el que lo ha revelado es el Hijo único,
que es Dios y está en el seno del Padre.
Palabra del Señor
Gloria a Tí, Señor Jesús
Nos unimos en este gozoso día en que celebramos la promesa del Padre a su pueblo, realizada en el Verbo que se ha hecho carne en Belén y está entre nosotros. Como Peregrinos de Esperanza, dirigimos nuestra mirada al portal y, con júbilo en el corazón, oramos juntos la reflexiones preparadas por nuestros amigos de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España:
Nochebuena: https://rezandovoy.org/reproductor/2025-12-24
Natividad del Señor: https://rezandovoy.org/reproductor/2025-12-25
«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra
paz a los hombres que ama el Señor»
¡Feliz Navidad!
De quienes formamos la Comunidad Católica Latina en Bangkok, nuestra familia en el Señor, les deseamos a todos ustedes y a sus familias una muy feliz y bendecida Navidad. Unidos en oración, pidamos al Espíritu Santo que el Niño Jesús, Salvador y Luz del mundo, ilumine e inunde nuestros corazones con su gracia para ser constructores de paz en este mundo que tanto necesita de ella. Que nuestro Padre Celestial nos anime a seguir caminando juntos en la fe, como Peregrinos de Esperanza, compartiendo la Buena Noticia, en comunidad, de la mano de María y, a través de este portal, llevar la fuerza liberadora del Evangelio a todos los rincones de la tierra. Gracias por acompañarnos durante todo este año y los esperamos, nuevamente, en el 2026.



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