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El Santo Rosario con meditaciones del Papa Francisco ~ Misterios Gloriosos (miér/dom)

¿Cuáles son los Misterios Gloriosos del Rosario?

Los Misterios Gloriosos son una de las partes de las que se compone la oración católica del rezo del rosario. Son una de las series de cinco misterios, relativos a la resurrección de Cristo, y la Coronación de María en el Cielo.

¿Cuándo se rezan los Misterios Gloriosos del Rosario?

La Iglesia Católica, y en su momento Juan Pablo II, establecieron el rezo de los Misterios Gloriosos para el martes y el domingo.
A continuación encontrarás cada uno de los cinco misterios Gloriosos que te ayudarán en la meditación y rezo los martes y domingos. Cada uno de ellos hace alusión al pasaje de la Biblia, en el Nuevo Testamento donde aparecen reflejados.

Primer Misterio Glorioso: la Resurrección de Jesucristo
Mt 28, 1-8

“Al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Un ángel del Señor dijo a las mujeres: Ustedes no teman, ya sé que buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí. ¡Ha resucitado! Vengan a ver el sitio donde yacía e vayan aprisa a decir a sus discípulos: Ha resucitado”

Rezo de Padrenuestro
10 Ave Marías
Gloria al Padre

Meditación

En la carne de estas personas encontramos el cuerpo de Cristo. Cristo herido, burlado, calumniado, humillado, flagelado, crucificado… Jesús nos ha enseñado el amor. Un amor que, en su Resurrección demostró ser más poderoso que el pecado y que la muerte, y quiere salvar a todos aquellos que experimentan en su propio cuerpo las esclavitudes de nuestros tiempos. En un mundo donde prevalece la prepotencia contra los más débiles y el materialismo que sofoca el espíritu, el Evangelio de hoy nos llama a ser personas capaces de mirar profundamente, llenas de asombro y gran alegría por haber encontrado al Señor resucitado. Nos llama a ser personas que saben recoger y valorar la novedad de vida que Él siembra en la historia, para orientarla hacia los cielos nuevos y la tierra nueva. Que nos sostenga en este camino la Virgen María, a cuya materna intercesión nos encomendamos con confianza.

Papa Francisco
Homilía, Tercer domingo de Pascua,
15 de abril de 2018

Segundo Misterio Glorioso: La Ascensión del Señor al Cielo
Mt 28, 20; Mc 16, 19

“Jesús dijo a sus discípulos: Sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.  (Mt 28,20)
“El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió a los cielos y se sentó a la derecha de Dios”
  (Mc 16, 19)

Rezo de Padrenuestro
10 Ave Marías
Gloria al Padre

Meditación

Pero Jesús está presente también mediante la Iglesia, a quien Él envió a prolongar su misión. La última palabra de Jesús a los discípulos es la orden de partir: «Vayan, pues, y hagan discípulos a todos los pueblos» (Mt 28, 19). Es un mandato preciso, no es facultativo. La comunidad cristiana es una comunidad «en salida». Es más: la Iglesia nació «en salida». Y ustedes me dirán: ¿y las comunidades de clausura? Sí, también ellas, porque están siempre «en salida» con la oración, con el corazón abierto al mundo, a los horizontes de Dios. ¿Y los ancianos, los enfermos? También ellos, con la oración y la unión a las llagas de Jesús.
A sus discípulos misioneros Jesús dice: «Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos» (v. 20). Solos, sin Jesús, no podemos hacer nada. En la obra apostólica no bastan nuestras fuerzas, nuestros recursos, nuestras estructuras, incluso siendo necesarias. Sin la presencia del Señor y la fuerza de su Espíritu nuestro trabajo, incluso bien organizado, resulta ineficaz. Y así vamos a decir a la gente quién es Jesús.
Y junto con Jesús nos acompaña María nuestra Madre. Ella ya está en la casa del Padre, es Reina del cielo y así la invocamos en este tiempo; pero como Jesús está con nosotros, camina con nosotros, es la Madre de nuestra esperanza.

Papa Francisco
Fiesta de la Ascensión,
1 de junio de 2014

Tercer Misterio Glorioso: Venida del Espíritu Santo sobre la Virgen y los Apóstoles
Hc 2, 1-4

“De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde estaban los discípulos. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo”

Rezo de Padrenuestro
10 Ave Marías
Gloria al Padre

Meditación

El Espíritu nos quiere juntos, nos funda como Iglesia y hoy —tercer y último aspecto— enseña a la Iglesia cómo caminar. Los discípulos estaban escondidos en el cenáculo, después el Espíritu descendió e hizo que salieran. Sin el Espíritu estaban encerrados en ellos mismos, con el Espíritu se abrieron a todos. En cada época, el Espíritu le da vuelta a nuestros esquemas y nos abre a su novedad. Hay siempre una novedad que es la novedad del Espíritu Santo; siempre enseña a la Iglesia la necesidad vital de salir, la exigencia fisiológica de anunciar, de no quedarse encerrada en sí misma, de no ser un rebaño que refuerza el recinto, sino un prado abierto para que todos puedan alimentarse de la belleza de Dios, nos enseña a ser una casa acogedora sin muros divisorios. El Espíritu mundano, en cambio, nos presiona para que sólo nos concentremos en nuestros problemas, en nuestros intereses, en la necesidad de ser relevantes, en la defensa tenaz de nuestras pertenencias nacionales y de grupo. El Espíritu Santo no. Él nos invita a olvidarnos de nosotros mismos y a abrirnos a todos. Y así rejuvenece a la Iglesia. Pero pongamos atención, es Él quien la rejuvenece, no nosotros. Nosotros tratamos de maquillarla un poco y esto no sirve. Pero Él la rejuvenece. Porque la Iglesia no se programa, y los proyectos de renovación no bastan. El Espíritu nos libera de obsesionarnos con las urgencias, y nos invita a recorrer caminos antiguos y siempre nuevos, los del testimonio, los caminos del testimonio, los caminos de la pobreza y los caminos de la misión, para liberarnos de nosotros mismos y enviarnos al mundo.

Papa Francisco
Solemnidad de Pentecostés,
5 de junio de 2022

Cuarto Misterio Glorioso: Asunción de la Virgen María al Cielo
Lc 1, 48-49

“María dijo: Me felicitaran todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí”

Rezo de Padrenuestro
10 Ave Marías
Gloria al Padre

Meditación

María, en su pequeñez, conquista primero los cielos. El secreto de su éxito reside precisamente en reconocerse pequeña, en reconocerse necesitada. Con Dios, solo quien se reconoce como nada es capaz de recibirlo todo. Solo quien se vacía es llenado por Él. Y María es la «llena de gracia» (v. 28) precisamente por su humildad. También para nosotros, la humildad es el punto de partida, siempre, es el comienzo de nuestra fe. Es esencial ser pobre de espíritu, es decir, necesitado de Dios. El que está lleno de sí mismo no da espacio a Dios, y tantas veces estamos llenos de nosotros, pero el que permanece humilde permite al Señor realizar grandes cosas (cf. v. 49).
El poeta Dante se refiere a la Virgen María como «humilde y más elevada que una criatura» (Paraíso XXXIII, 2). Es hermoso pensar que la criatura más humilde y elevada de la historia, la primera en conquistar los cielos con todo su ser, cuerpo y alma, pasó su vida mayormente dentro del hogar, pasó su vida en lo ordinario, en la humildad. Los días de la Llena de gracia no tuvieron mucho de impresionantes. A menudo se sucedieron iguales, en silencio: por fuera, nada extraordinario. Pero la mirada de Dios permaneció siempre sobre ella, admirando su humildad, su disponibilidad, la belleza de su corazón, nunca tocado por el pecado.
Este es un gran mensaje de esperanza para nosotros; para ti, para cada uno de nosotros, para ti que vives las mismas jornadas, agotadoras y a menudo difíciles. María te recuerda hoy que Dios también te llama a este destino de gloria. No son palabras bonitas, es la verdad. No es un final feliz artificioso, una ilusión piadosa o un falso consuelo. No, es la pura realidad, viva y verdadera como la Virgen Asunta al Cielo. Celebrémosla hoy con amor de hijos, celebrémosla gozosos pero humildes, animados por la esperanza de estar un día con ella en el Cielo.
Y recemos a ella ahora, para que nos acompañe en el camino que conduce de la Tierra al Cielo. Que ella nos recuerde que el secreto del recorrido está contenido en la palabra humildad. No olvidemoss esta palabra. Y que la pequeñez y el servicio son los secretos para alcanzar la meta, para alcanzar el cielo.

Papa Francisco
Solemnidad de la Asunción de la Virgen María,
15 de agosto de 2021

Quinto Misterio Glorioso: Coronación de María como Reina de todo lo creado
Ap 12, 1-9

“Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Y fue arrojado el gran dragón, la Serpiente antigua, el llamado diablo y satanás”

Rezo de Padrenuestro
10 Ave Marías
Gloria al Padre

Meditación

Al hablar con Isabel, mientras lleva a Jesús en su vientre, anticipa lo que dirá su Hijo, cuando proclame bienaventurados a los pobres y a los humildes y haga una advertencia a los ricos y a los que confían en su propia autosuficiencia. La Virgen, por tanto, profetiza con este cántico, con esta plegaria: profetiza que no son el poder, el éxito y el dinero, los que prevalecen, sino que prevalecen el servicio, la humildad y el amor. Y mirándola en la gloria, comprendemos que el verdadero poder es el servicio ―no olvidemos esto: el verdadero poder es el servicio― y reinar significa amar. Y que este es el camino al Cielo.
Entonces mirémonos a nosotros mismos y preguntémonos: ¿esa inversión anunciada por María toca mi vida? ¿Creo que amar es reinar y que servir es poder? ¿Creo que la meta de mi vida es el cielo, es el paraíso? ¿O me preocupo solo de pasarlo bien aquí, me preocupo solo de las cosas terrenales y materiales? Es más, al observar los acontecimientos del mundo, ¿me dejo atrapar por el pesimismo o, como la Virgen, soy capaz de distinguir la obra de Dios que, a través de la mansedumbre y la pequeñez, realiza grandes cosas? Hermanos y hermanas, hoy María canta la esperanza y reaviva en nosotros la esperanza. María hoy canta la esperanza y reaviva en nosotros la esperanza: en ella vemos la meta del camino. Ella es la primera creatura que, con todo su ser, en cuerpo y alma, atraviesa victoriosa la meta del Cielo. Ella nos muestra que el Cielo está al alcance de la mano. ¿Cómo es esto? Sí, el cielo está al alcance de la mano si tampoco nosotros cedemos al pecado, alabamos a Dios con humildad y servimos a los demás con generosidad. No hay que ceder al pecado. Pero alguno podría decir: “Pero, padre, yo soy débil”, ― “Pero el Señor siempre está cerca de ti, porque es misericordioso”. No te olvides de cuál es el estilo de Dios: cercanía, compasión y ternura. Siempre cercano a nosotros con su estilo. Nuestra Madre, nos lleva de la mano, nos acompaña a la gloria, nos invita a alegrarnos pensando en el paraíso. Bendigamos a María con nuestra oración y pidámosle una mirada, capaz de vislumbrar el Cielo en la tierra.

Papa Francisco
Solemnidad de la Asunción de la Virgen María,
15 de agosto de 2022

fuentes
Citas bíblicas: https://www.dominicos.org/espiritualidad/rosario/la-oracion/misterios-gloriosos/biblicos/
Misterios: https://rezarelrosario.es/misterios-gloriosos-del-rosario-miercoles-domingo

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