Las lecturas de hoy son una mezcla de exhortaciones a ser mansos y humildes en nuestra vida y a brindar hospitalidad práctica a los pobres.
La primera lectura aconseja ser humildes en nuestro comportamiento y nos advierte contra el orgullo. Una persona sabia está atenta a Dios y es mansa en todo aspecto de su trato con los demás.
El salmo es un canto de alabanza a Dios, quien, a su vez, está atento al huérfano y a la viuda, al pobre y al solitario. El salmista se regocija en el Dios generoso que nos da nueva vida.
La segunda lectura, de Hebreos, está llena de asombro ante la revelación del poder de Dios. Se nos ha dado a Jesús como nuestro mediador, y nuestro hogar es la Jerusalén celestial.
La enseñanza de Jesús en el Evangelio se desarrolla en el contexto de una comida. Su parábola toca nuestros sentimientos de orgullo o vergüenza y nos instruye a ser humildes. Las invitaciones a su banquete muestran una clara preferencia por los pobres y los humildes.
Como Peregrinos de Esperanza en este Año Jubilar, sigamos a Jesús, quien es “manso y humilde de corazón”, en todo lo que decimos y hacemos. (*)

El evangelio y la doctrina social son para los cristianos el alimento constante de este compromiso, pero al mismo tiempo pueden ser una brújula válida para todos. Porque se trata, en efecto, de una tarea encomendada a todos, creyentes y no creyentes, que deben elaborar y realizar mediante la reflexión y la práctica inspiradas en la dignidad de la persona y el bien común.
Papa León XIV
Mensaje a los miembros de
Movimientos Populares
30 mayo 2025
Lectura del libro del Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29
Debes ser humilde para obtener el favor del Señor
Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios.
Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor, porque el poder del Señor es grande y Él es glorificado por los humildes. No hay remedio para el mal del orgulloso, porque una planta maligna ha echado raíces en él.
El corazón inteligente medita los proverbios y el sabio desea tener un oído atento.
Palabra del Señor
Salmo Responsorial – 67, 4-5a. c. 6-7b. 10-11
R: ¡Señor, Tú eres bueno con los pobres!
Los justos se regocijan,
gritan de gozo delante del Señor y se llenan de alegría.
¡Canten al Señor, entonen un
himno a su Nombre!
Su Nombre es “el Señor” R
El Señor en su santa Morada
es padre de los huérfanos y defensor
de las viudas:
Él instala en un hogar a los solitarios
y hace salir con felicidad a los cautivos. R
Tú derramaste una lluvia generosa,
Señor: tu herencia estaba exhausta
y Tú la reconfortaste;
allí se estableció tu familia,
y Tú, Señor, la afianzarás
por tu bondad para con el pobre. R
Lectura de la carta a los Hebreos 12, 18-19. 22-24
Ustedes se han acercado a la montaña de Sión, a la ciudad del Dios viviente
Hermanos:
Ustedes, en efecto, no se han acercado a algo tangible: «fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, tempestad, sonido de trompeta, y un estruendo tal de palabras», que aquellos que lo escuchaban no quisieron que se les siguiera hablando.
Ustedes, en cambio, se han acercado a la montaña de Sión, a la Ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne, a la asamblea de los primogé- nitos cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el Juez del universo, y a los espíritus de los justos que ya han llegado a la perfección, a Jesús, el mediador de la Nueva Alianza, y a la sangre purificadora que habla más elocuentemente que la de Abel.
Palabra del Señor
Aleluya Mt 11, 29ab
«Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí,
porque soy paciente y humilde de corazón», dice el Señor.
✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 14, 1.7-14
El que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado
Gloria a Ti, Señor
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: «Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: “Déjale el sitio”, y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: “Amigo, acércate más”, y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado».
Después dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!»
Palabra del Señor
Gloria a Ti, Señor Jesús
Quedamos como cada Domingo unidos en oración y, como Peregrinos de Esperanza en este año jubilar, te invitamos a que meditemos juntos la reflexión preparada por nuestros amigos de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España: https://rezandovoy.org/reproductor/2025-08-31
~ Creciendo en la Fe ~
Notas sobre las lecturas de esta semana
Salmo 67 (68)
Muchos comentaristas consideran que este salmo, en su conjunto, es uno de los más difíciles de interpretar; algunos piensan que podría ser una colección de fragmentos de una serie de himnos antiguos. Sin embargo, los versículos seleccionados hoy (vv. 3-6a y 9-10 del salmo completo) son bastante claros: como en muchos otros salmos de alabanza, invitan a cantar y bailar alabanzas a Dios, enumerando todas las cosas buenas que Dios ha hecho —y sigue haciendo— por su pueblo. Dios es el socorro de los desamparados. El Señor es el padre de los huérfanos y el protector de las viudas. (Ideas similares se encuentran también en la literatura ugarítica de la época. Ugarit se encuentra en el norte de la actual Siria y su lengua está emparentada con el hebreo y el arameo; puede ayudar a los estudiosos a aclarar los textos bíblicos).
La última estrofa recuerda la actividad de Dios en el Éxodo, proporcionando lluvia, maná y sustento para los israelitas en su camino hacia la Tierra Prometida.
Como cristianos contemporáneos, nos corresponde mostrar la misma compasión a los vulnerables, desposeídos y oprimidos.
Evangelio ~ Lc 14, 1. 7-14
El que se humilla será exaltado

La historia de hoy se encuentra únicamente en el Evangelio de Lucas. El contexto es una comida en un día de reposo en casa de un fariseo.
Jesús había ido a comer
Las comidas y los banquetes eran momentos cruciales en la sociedad del primer siglo. Eran momentos en los que se trataban asuntos políticos y comerciales. Algunos comentaristas han visto en esta comida un simposio griego, es decir, una comida seguida de discusión y debate; sin embargo, otros señalan que a los fariseos no les gustaban las costumbres griegas, ya que buscaban mantenerse alejados de las influencias externas.
Lo observaban atentamente
En capítulos anteriores (6, 11, 12), había habido fricciones y controversias entre Jesús y los fariseos. Al invitarlo a su casa, evaluaban la amenaza que representaba. Podían, ahora, evaluarlo en silencio, lejos de las multitudes que lo admiraban.
Jesús se había fijado en cómo elegían los primeros puestos
A su vez, Jesús también observa la disposición de los asientos. La costumbre local era que se podía determinar la importancia de un invitado según su lugar en la mesa. Cuanto más cerca del anfitrión, más importante era. Los invitados no se sentaban en sillas, sino que se reclinaban apoyados sobre el codo en una mesa baja.
Déjale el sitio
Que a uno le pidieran que se movieras un lugar más abajo para favorecer a un invitado más honorable sería una severa humillación, especialmente en una sociedad que valoraba el honor de una persona por encima de todo. Jesús da un consejo de sentido común que también se encuentra en el Antiguo Testamento (Proverbios 25, 6-7 y Eclesiástico 32, 1-2). Aboga por comportarse con humildad. Esta no era una virtud muy apreciada, ya que la sociedad prefería valorar la fuerza y el poder.
Luego le dijo a su anfitrión…
Al elegir a quién invitar a su comida, un anfitrión tenía en cuenta a los invitados que lo habían invitado (a quienes la buena educación le exigía devolver la invitación). Él también habría decidido quién lo invitaría de nuevo después de su primera invitación. Esta práctica constituyó la base de los encuentros sociales del primer siglo.
Invitar a los pobres, los lisiados, los paralíticos, los ciegos.
Estos grupos eran despreciados por judíos y griegos, ya que las discapacidades se consideraban un castigo de Dios a consecuencia de una mala acción. A propósito de esta exclusión, tales personas no podían cursar ningún tipo de invitación. Dios recompensará la buena acción al final de los tiempos, cuando venga su Reino. Para Jesús, lo importante es dar siempre a la gente sin esperar nada a cambio.
fuente: https://stbeunosoutreach.wordpress.com/


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