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Lecturas de la Nochebuena y de la Natividad del Señor (Ciclo ‘C’, 2024)

24 de diciembre

En Nochebuena, el Papa Francisco abrirá la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en Roma para marcar el inicio del Año Jubilar de la Esperanza. Las puertas están selladas desde adentro y solo se abren durante el año jubilar. A lo largo de 2025, se pide a todos los cristianos que tengan en su oración las siguientes intenciones: el cuidado de la creación, la pobreza alimentaria, el tráfico humano (la esclavitud moderna), la gestión de la deuda, el perdón y el descanso.

Misa del día

Lectura del segundo libro de Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16
El reino de David durará eternamente delante del Señor

Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán:
«Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña».
Natán respondió al rey:
«Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está contigo».
Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos:
«Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para que yo la habite?
Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel. Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra.
Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará una casa.
Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo.
Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y su trono será estable para siempre».

Palabra del Señor

Salmo Responsorial 88, 2-5. 27. 29
R: ¡Cantaré eternamente tu misericordia, Señor!

Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque tú has dicho: «Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo.» R

Yo sellé una alianza con mi elegido,
hice este juramento a David, mi servidor:
«Estableceré tu descendencia para siempre,
mantendré tu trono por todas las generaciones». R

El me dirá: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora».
Le aseguraré mi amor eternamente,
y mi alianza será estable para él. R

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 67-79
Nos visitará el sol que nace de lo alto

Gloria a Ti, Señor

Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente:
«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su Pueblo,
y nos ha dado un poderoso Salvador
en la casa de David, su servidor,
como lo había anunciado mucho tiempo antes,
por boca de sus santos profetas,
para salvarnos de nuestros enemigos
y de las manos de todos los que nos odian.
Así tuvo misericordia de nuestros padres
y se acordó de su santa Alianza,
del juramento que hizo a nuestro padre Abraham
de concedernos que, libres de temor,
arrancados de las manos de nuestros enemigos,
lo sirvamos en santidad y justicia,
bajo su mirada, durante toda nuestra vida.
Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor preparando sus caminos,
para hacer conocer a su Pueblo la salvación
mediante el perdón de los pecados;
gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios,
que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente,
para iluminar a los que están en las tinieblas
y en la sombra de la muerte,
y guiar nuestros pasos por el camino de la paz».

Palabra del Señor

Gloria a Ti, Señor Jesús

~*~*~*~

Y con el cántico de los ángeles que se aparecieron a los pastores, unamos también nuestras voces para proclamar con júbilo: ¡Gloria a Dios en el cielo! … En este día santísimo en que la Virgen María dio a luz al Salvador del mundo, el misericordioso Dios de la Vida, irrumpe en la historia de la humanidad desde el humilde portal de Belén para ser transformados por su Amor encarnado, para abrir y sanar nuestros corazones llenándolos de esperanza y, como dice nuestro Papa Francisco, para que podamos “conocer [el] verdadero rostro de Dios, el Padre que nos ha dado a Jesús.”
Las lecturas de la liturgia de hoy se hacen eco de las promesas de Dios a su pueblo: su encarnación, la liberación y la Buena Noticia de paz, que su manifestación implica, para todos los hermanos y hermanas que anhelan su amistad, acogiendo y viviendo su Palabra y, ser así sus testigos, Peregrinos de Esperanza en todos los rincones de la tierra.

Misa Vespertina de la Vigilia
Is 62, 1-5
Sal 88. 4-5. 16-17. 27. 29
Hech 13, 16-17. 22-25
Mt 1, 1-25

Misa de la Aurora
Is 9, 1-6
Sal 96, 1. 6. 11-12
Ti 3, 4-7
Lc 2, 15-20

Misa del Día

Lectura del libro de Isaías 52, 7-10
Los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios

¡Qué hermosos son sobre las montañas
los pasos del que trae la buena noticia,
del que proclama la paz,
del que anuncia la felicidad,
del que proclama la salvación
y dice a Sión: “¡Tu Dios reina!”.
¡Escucha! Tus centinelas levantan la voz,
gritan todos juntos de alegría,
porque ellos ven con sus propios ojos
el regreso del Señor a Sión.
¡Prorrumpan en gritos de alegría,
ruinas de Jerusalén,
porque el Señor consuela a su Pueblo,
él redime a Jerusalén!
El Señor desnuda su santo brazo
a la vista de todas las naciones,
y todos los confines de la tierra
verán la salvación de nuestro Dios.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial 97, 1-6
R: Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios

Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria. R

El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel. R

Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos. R

Canten al Señor con el arpa
y al son de instrumentos musicales;
con clarines y sonidos de trompeta
aclamen al Señor, que es Rey. R

Lectura de la carta a los Hebreos 1, 1-6
Dios nos habló por medio de su Hijo

Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.
Él es el resplandor de su gloria
y la impronta de su ser.
Él sostiene el universo con su Palabra poderosa,
y después de realizar la purificación de los pecados,
se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo.
Así llegó a ser tan superior a los ángeles,
cuanto incomparablemente mayor que el de ellos
es el Nombre que recibió en herencia.
¿Acaso dijo Dios alguna vez a un ángel:
«Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy?»
¿Y de qué ángel dijo:
«Yo seré un padre para él
y él será para mí un hijo?»
Y al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice:
«Que todos los ángeles de Dios lo adoren.»

JESUSMAFA, El Nacimiento de Jesús con los pastores (1973)

Palabra del Señor

Aleluya
Nos ha amanecido un dia sagrado:
vengan, naciones, adoren al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 1, 1-18
La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros

Gloria a Tí, Señor

Al principio existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.
Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra
y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
En ella estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la recibieron.
Apareció un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan.
Vino como testigo,
para dar testimonio de la luz,
para que todos creyeran por medio de él.
Él no era la luz,
sino el testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera
que, al venir a este mundo,
ilumina a todo hombre.
Ella estaba en el mundo,
y el mundo fue hecho por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
Vino a los suyos,
y los suyos no la recibieron.
Pero a todos los que la recibieron,
a los que creen en su Nombre,
les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
Ellos no nacieron de la sangre,
ni por obra de la carne,
ni de la voluntad del hombre,
sino que fueron engendrados por Dios.
Y la Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros.
Y nosotros hemos visto su gloria,
la gloria que recibe del Padre como Hijo único,
lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él, al declarar:
«Este es aquel del que yo dije:
El que viene después de mí
me ha precedido,
porque existía antes que yo».
De su plenitud, todos nosotros hemos participado
y hemos recibido gracia sobre gracia:
porque la Ley fue dada por medio de Moisés,
pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
Nadie ha visto jamás a Dios;
el que lo ha revelado es el Hijo único,
que es Dios y está en el seno del Padre.

Palabra del Señor

Gloria a Tí, Señor Jesús

Les compartimos los siguientes enlaces para que, en estos días tan especiales, nos unamos en gozosa oración, meditando las reflexiones preparadas por nuestros amigos de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para la Nochebuena y la Natividad del Señor:

Nochebuena: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-24
Navidad: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-25

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