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Lecturas del Domingo II del Tiempo de Adviento (Ciclo ‘C’, 2024)

«Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos»

Hoy celebramos las muchas maravillas que Dios ha realizado en nosotros, al compartir con nosotros su misericordia y su generoso amor. Por nuestra parte, estamos llamados a la conversión de corazón y a vivir una vida de amor.
Usando un lenguaje poético, la primera lectura ofrece un mensaje profético de alegría y esperanza. La presencia salvífica de Dios realiza la transformación de su pueblo de corazón quebrantado y la restauración de Jerusalén.
El Evangelio habla de una restauración aún más gloriosa. Juan el Bautista, heraldo de Jesús, aparece, invitándonos a volvernos de nuevo a Dios. Juan anuncia que toda la humanidad verá «la salvación de Dios», anticipando la predicación del Evangelio a todas las naciones.
San Pablo, en la segunda lectura, escribe a los filipenses, miembros de una iglesia por la que siente un profundo afecto. Anima a la nueva comunidad a seguir creciendo en el amor y el conocimiento de Cristo Jesús, para permitirles vivir una vida aún mejor y más fructífera.
El salmista recuerda la alegría de la liberación del exilio y ruega a Dios que vuelva a actuar para traer fertilidad y abundancia a su pueblo.
Durante este tiempo de Adviento, busquemos el verdadero significado del arrepentimiento en preparación para la venida de Jesús. Oremos para dejar de lado todo lo que pueda obstaculizarnos y cegarnos al amor de Dios, y para abrirnos aún más a una relación más profunda y llena de fe con el Señor. (*)

Para preparar el camino al Señor que viene, es necesario tener en cuenta los requisitos de conversión a la que invita el Bautista. ¿Cuáles son estos requisitos de conversión? Ante todo, estamos llamados a rellenar los barrancos causados por la frialdad y la indiferencia, abriéndonos a los demás con los mismos sentimientos de Jesús, es decir, con esa cordialidad y atención fraterna que se hace cargo de las necesidades del prójimo. Es decir, rellenar los barrancos producidos por la frialdad. No se puede tener una relación de amor, de fraternidad, de caridad con el prójimo si hay “agujeros”, así como no se puede ir por un camino con muchos baches, ¿no? Hace falta cambiar de actitud.

PAPA FRANCISCO
Ángelus, 9 de diciembre 2018


Lectura del libro de Baruc 5, 1-9
Dios mostrará su resplandor

Quítate tu vestido de duelo y aflicción, Jerusalén, vístete para siempre con el esplendor de la gloria de Dios, cúbrete con el manto de la justicia de Dios, coloca sobre tu cabeza la diadema de la gloria del Eterno.
Porque Dios mostrará tu resplandor a todo lo que existe bajo el cielo.
Porque recibirás de Dios para siempre este nombre: «Paz en la justicia y gloria en el temor de Dios.»
Levántante, Jerusalén, sube a lo alto y digige tu mirada hacia el Oriente: mira a tus hijos reunidos desde el oriente al occidente por la palabra del Santo, felices porque Dios se acordó de ellos. Ellos salieron de ti a pie, llevados por los enemigos, pero Dios te los devuelve, traídos gloriosa- mente como en un trono real.
Porque Dios dispuso que sean aplanadas las altas montañas y las colinas seculares, y que se rellenen los valles hasta nivelar la tierra, para que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios.
También los bosques y todas las plantas aromáticas darán sombra a Israel por orden de Dios, porque Dios conducirá a Israel en la alegría, a la luz de su gloria, acompañándolo con su misericordia y su justicia.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial 125, 1-6
R: ¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía que soñábamos:
nuestra boca se llenó de risas
y nuestros labios, de canciones. R

Hasta los mismos paganos decían:
“¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!”
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros
y estamos rebosantes de alegría! R

¡Cambia, Señor, nuestra suerte
como los torrentes del Négueb!
Los que siembran entre lágrimas
cosecharán entre canciones. R

El sembrador va llorando
cuando esparce la semilla,
pero vuelve cantando
cuando trae las gavillas. R

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 1, 4-11
Manténgase puros e irreprochables para el Día de Cristo

Hermanos:
Siempre y en todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes, pensando en la colaboración que prestaron a la difusión del Evangelio, desde el comienzo hasta ahora. Estoy firmemente convencido de que Aquél que comenzó en ustedes la buena obra la irá completando hasta el Día de Cristo Jesús. Y es justo que tenga estos sentimientos hacia todos ustedes, porque los llevo en mi corazón, ya que ustedes, sea cuando estoy prisionero, sea cuando trabajo en la defensa y en la confirmación del Evangelio, participan de la gracia que he recibido.
Dios es testigo de que los quiero tiernamente a todos en el corazón de Cristo Jesús. Y en mi oración pido que el amor de ustedes crezca cada vez más en el conocimiento y en la plena comprensión, a fin de que puedan discernir lo que es mejor. Así serán encontrados puros e irreprochables en el Día de Cristo, llenos del fruto de justicia que proviene de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.

Palabra del Señor

Aleluya Lc 3, 4. 6
Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.
Todos los hombres verán la Salvación de Dios

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 3, 1-6
Todos los hombres verán la Salvación de Dios

Gloria a Ti, Señor

El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Éste comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías:
«Una voz grita en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
allanen sus senderos.
Los valles serán rellenados,
las montañas y las colinas serán aplanadas.
Serán enderezados los senderos sinuosos
y nivelados los caminos desparejos.
Entonces, todos los hombres
verán la Salvación de Dios.»

Palabra del Señor

Gloria a Ti, Señor Jesús

Durante esta semana, los invitamos a unirnos en oración meditando juntos la reflexión de nuestros amigos de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para este Domingo: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2024-12-08


~ Creciendo en la Fe ~
Notas sobre la lecturas de esta semana

En muchas tradiciones de la Iglesia, la vela del segundo domingo de Adviento simboliza la paz, recordándonos la paz que entra en nuestras vidas cuando experimentamos la presencia del mismo Cristo Jesús.

Primera Lectura ~ Ba 5, 1-9

El libro de Baruc es una colección de fragmentos demasiado breves para poder leerse por sí solos. No se conoce a su verdadero autor ya que, los eruditos, no creen que fuera Baruc, el secretario de Jeremías.
Todos los textos tienen como trasfondo la caída de Jerusalén y el exilio a Babilonia u otras partes del Mediterráneo en el año 587 a. C. El autor ve el exilio como resultado de que el pueblo de Israel no obedeciera la Ley de Moisés.
El regreso a casa se producirá cuando se hayan arrepentido y cambiado sus costumbres. Es inminente. En el capítulo anterior, Jerusalén es personificada como una profetisa, la madre de la nación, vestida de cilicio y de luto por la pérdida de sus hijos. En el pasaje que estamos leyendo y rezando hoy, el autor adopta el papel de consolador.
Ha llegado el momento de que Jerusalén se quite sus vestiduras de luto. Ella debe llevar una diadema (la palabra griega es mitra) tal como lo hizo el sacerdote Aarón (Éxodo 28, 36-37); es un símbolo de la gloria divina.
El pueblo regresará del exilio y la manera de su regreso es simbólica de su cambio de corazón. Salieron a pie y regresaron llevados como príncipes; cruzaron un desierto árido y montañoso y ahora pueden encontrar sombra bajo los árboles en agradables valles. Son un pueblo alegre que regresa bajo la guía de Dios, seguro de su misericordia y amor. La segunda mitad del pasaje está inspirada en Isaías 40, 41, 49.

Evangelio ~ Lc 3, 1-6
Preparen el camino del Señor

Lucas es muy consciente de ser tanto un historiador como un evangelista, ansioso por situar a los personajes de su historia en el marco histórico y geográfico del mundo romano para beneficio de su audiencia. Para Lucas, Juan el Bautista es el último y más grande profeta de Israel – y presentar a los profetas por ponerlos en su contexto histórico es una práctica del Antiguo Testamento. Aquí él enumera siete figuras políticas y religiosas.

En el decimoquinto año del reinado de Tiberio César
Esta es la referencia cronológica más precisa de todos los Evangelios, colocando el bautismo de Jesús hacia finales del 27 d.C. Sin embargo, incluso esta fecha es imprecisa dado que en ese momento se usaban diferentes calendarios; no todos tenían 365 días, así que no podemos saber exactamente cuan largos eran estos 15 años.

  • Poncio Pilato, gobernó entre los años 26–36 d.C.
  • Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, gobernó como tetrarca entre el 4 a. C. – 39 d. C.. El significado literal de tetrarca es alguien que gobierna una cuarta parte de un país, pero aquí el término se usa de manera más vaga como líder de un área regional pequeña.
  • Felipe [también conocido como el tetrarca], medio hermano de Herodes Antipas; generalmente visto como el más sincero y recto de los gobernantes enumerados aquí.
  • Lisanias, poco se sabe de él. Era un nombre común para los reyes de Abilene, una región a 32 kilómetros al noroeste de Damasco.
  • Anás y Caifás son sumos sacerdotes. Anás ocupó el cargo entre el 6 y el 15 d.C. y retuvo suficiente influencia para asegurarse de que toda su familia fuera designada para altos cargos, incluido su yerno Caifás (18-36 d. C.). Estos hombres, ambos crueles y poderosos, dan una idea de la gran oposición que Juan el Bautista y Jesús tendrán que afrontar.

El bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados.
La purificación ceremonial por agua tiene sus raíces en el Antiguo Testamento (1 Sam 7, 6), pero también se puede vincular con la comunidad de Qumrán, una comunidad cristiana primitiva que vive una vida ascética en las colinas que dominan el mar Muerto cerca de Jericó. Practicaban ritos diarios de purificación con agua, que veían como un símbolo de su limpieza interior.

Una voz clama en el desierto
Al citar a Isaías, Lucas vincula su texto con el Antiguo Testamento y la tradición judía. El desierto a menudo se asocia con un lugar donde Dios habla a su pueblo. Eso evoca el Éxodo, el Monte Sinaí y el regreso del pueblo judío del exilio.

Toda la humanidad verá la salvación de Dios
Lucas agrega esta línea, que no es parte de la cita original de Isaías, para enfatizar el aspecto universal de la salvación de Dios. (*)

(*)fuente: https://stbeunosoutreach.wordpress.com/

Una respuesta a “Lecturas del Domingo II del Tiempo de Adviento (Ciclo ‘C’, 2024)”

  1. Avatar de Valle
    Valle

    gracias me parece maravilloso el comentario y el contenido.

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