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Lecturas del Domingo de la Santísima Trinidad (S) (Ciclo A)

Un Dios de ternura y compasión, lento para la ira, rico en bondad y fidelidad

Hoy celebramos el misterio de la Trinidad: un solo Dios en tres personas. Dios es el Amante (Padre, Creador), el Amado (Hijo, Salvador) y el Amor que fluye entre ellos (Espíritu Santo, Consejero). Nuestras lecturas nos ayudan a ver quién es Dios y lo que Dios hace por nosotros.

La obediencia y la humildad de Moisés se revelan cuando invoca a Dios desde la cima del monte Sinaí (primera lectura), suplicando por el testarudo pueblo de Israel. Al responder, el Señor se describe a sí mismo como “un Dios de ternura y compasión, lento para la ira, rico en bondad y fidelidad”.
En el Evangelio, Jesús le habla a Nicodemo del gran amor que Dios tiene por el mundo al enviar a su Hijo para que sea su Salvador. A través de la muerte y resurrección de Jesús, recibimos el don del Espíritu Santo.
El deseo de Pablo para los Corintios discordantes (Segunda Lectura) es paz, unidad, compañerismo y amor. Pablo los alienta a ellos (y a nosotros) a revelar las cualidades de Dios que se ven en Jesús, que nos fueron dadas a nosotros a través del Espíritu Santo y a los demás a través de nuestro comportamiento. El Salmo, tomado del libro de Daniel, da alabanza y gloria a Dios, exaltándolo sobre todo para siempre.
El famoso icono de Rublev sugiere el amor que la Santísima Trinidad nos tiene en la humildad, la armonía y el amor mutuo de las tres personas. Notamos el espacio al frente de la mesa que nos invita a compartir este amor y esta vida. En acción de gracias, recemos la bendición de San Pablo esta semana, que “la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos nosotros”.

Cuánta gente, cuántos cristianos pasan su tiempo mirando el crucifijo… y allí encuentran todo, porque han comprendido, el Espíritu Santo les ha hecho comprender que ahí está toda la ciencia, todo el amor de Dios, toda la sabiduría cristiana. Pablo habla de esto, explicando que todo el razonamiento humano que hace es útil hasta cierto punto, pero el verdadero razonamiento, la más bella forma de pensar, pero también la que más explica todo es la cruz de Cristo, es “Cristo crucificado el que es escándalo” (cf. 1Cor 1,23) y locura, pero es el camino. Y ese es el amor de Dios. Dios «tanto amó al mundo que entregó a su Hijo unigénito» (Jn 3,16). ¿Y para qué? «Para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (v. 16). El amor del Padre que quiere a sus hijos con él.

papa francisco
homilía casa santa marta
miercoles 22 de abril, 2020

Lectura del libro del Éxodo 34, 4b-6. 8-9
El Señor es un Dios compasivo y bondadoso

En aquellos días: Moisés subió a la montaña del Sinaí, como el Señor se lo había ordenado, llevando las dos tablas en sus manos. El Señor descendió en la nube, y permaneció allí, junto a él. Moisés invocó el nombre del Señor. El Señor pasó delante de él y exclamó: “El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad”.
Moisés cayó de rodillas y se postró, diciendo: “Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia”.

Palabra del Señor

Salmo Responsorial –Dn 3, 52-56
R: A tí, eternamente, gloria y honor

Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
alabado y exaltado eternamente.
Bendito sea tu santo y glorioso Nombre;
alabado y exaltado eternamente. R

Bendito seas en el templo de tu santa gloria,
aclamado y glorificado eternamente por encima de todo.
Bendito seas en el trono de tu reino,
aclamado por encima de todo y exaltado eternamente. R

Bendito seas Tú que sondeas los abismos
y te sientas sobre los querubines,
alabado y exaltado eternamente por encima de todo.
Bendito seas en el firmamento del cielo,
aclamado y glorificado eternamente. R

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 13, 11-13
La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunicón del Espíritu Santo

Hermanos: Alégrense, trabajen para alcanzar la perfección, anímense unos a otros, vivan en armonía y en paz. Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá con ustedes. Salúdense mutuamente con el beso santo. Todos los hermanos les envían saludos.
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo permanezcan con todos ustedes.

Palabra del Señor

Aleluya Cf. Apoc 1, 8
Gloria al Padre,
y al Hijo y al Espíritu Santo,
al Dios que es, que era y que viene.

✠ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 3, 16-18
Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él

Gloria a Ti, Señor

Dijo Jesús:
Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera,
sino que tenga Vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Palabra del Señor

Gloria a Ti, Señor Jesús

Te compartimos la reflexión de RezandoVoy.org, un proyecto de los Jesuitas de España, para este Domingo de la Santísima Trinidad: https://www.rezandovoy.org/reproductor/2023-06-04

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