Hola queridos amiguitos,
¿Cómo han pasado la semana?
¿Alguna vez escucharon la frase Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es De Dios? Es quizás una de las más conocidas del Evangelio y la usamos para decir que a cada uno le corresponde lo suyo.
El Evangelio de este Domingo 29 del tiempo ordinario (ciclo A) relata el momento en que Jesús pronuncia esta famosa frase y hacia quien la dirige – que como la semana anterior, es el grupo de los fariseos, más hoy se agregan los llamados ‘herodianos’, que estaban a favor del rey Herodes y, por lo tanto, a favor del imperio.
Cerramos los ojos un momento, pedimos al Espíritu Santo que nos guíe en esta lectura y luego miramos atentamente la imagen que les compartimos.
¿Qué les dice?
¿Por qué Jesús está haciendo malabares?
¿Sobre quién lo está haciendo?
¿Además de Jesús, a quién mas vemos?
Si lo desean, pueden escribir las respuestas para comparar las respuestas al cabo de leer el Evangelio.
Después de contemplar el dibujo, leemos con detenimiento el Evangelio y luego, volvemos a las respuestas que escribimos.
¿Qué ha cambiado en sus respuestas?
¿Por qué piensan que los fariseos le hacen esta pregunta a Jesús?
¿Cómo se entiende la respuesta del Señor?
¿Por qué creen que Jesús sonríe y el señor en la moneda – el emperador romano – no lo hace?
La expresión de Jesús puede decirse que es de alegría, ¿no es cierto? Esa es también, la alegría de los hijos e hijas de Dios. Las imágenes en las monedas, como todo aquello que no es esencial en la vida, todo eso va y viene. Pero la imagen de Dios, esa imagen eterna que necesitamos y, que llevamos dentro de nuestros corazones, es la de Papá Dios, encarnado por amor en Su Hijo Jesús, que nos ama con ternura por siempre y para siempre.
Terminamos hoy nuestro dinámica con una oración de acción de gracias y le pedimos a Jesús que en todo momento, elijamos el camino del Señor, para vivir nuestras vidas como Él nos enseñó poniendo a Dios por sobre todas las cosas de este mundo.
Evangelio ~ Mt 22, 15-21
Los fariseos eran un grupo de personas que siempre estaban buscando liar a Jesús, y pillarle en algo para acusarle de no cumplir la ley de los judíos. Un día mandaron a hablar con él a algunos que, haciéndose pasar por discípulos, le preguntaron: «Maestro, tú que eres tan bueno y tan cumplidor, y que eres tan libre, dinos: ¿debemos pagar impuestos al César o no?” Se lo preguntaban con muy mala intención. Porque si decía que no, le acusarían a Pilato de desobediencia, pero si decía que sí, le acusarían a los judíos de aceptar dioses romanos.
Pero Jesús ya vio su mala intención, así que lo que hizo fue enseñarles una moneda. Y les preguntó: “¿De quién es la cara que hay grabada en esta moneda?» Ellos contestaron: «Del César». Jesús sonrió y les dijo: «Pues dadle al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Se les quedó una cara de fastidio enorme, porque Jesús no había caído en su trampa.
Al revés, había respondido dejando claro que Dios es Dios, y el poder político es otra cosa.
Confío en ti
Señor, Padre bueno, confío en ti y te pido que me ayudes a hacer del mundo un lugar más alegre.
Señor, Padre bueno, confío en ti y te pido que me ayudes a llevar buenas noticias a los demás.
Señor, Padre bueno, confío en ti y te pido que me ayudes a estar más pendiente de quien pueda necesitar algo de mí.
fuente: RezandoVoy.org
Te invitamos a escuchar la canción para este Domingo en RezandoVoy: https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2020-10-18
¡Les deseamos una muy feliz y bendecida semana, amiguitos, siempre de la mano de Jesús y bajo el amparo de María!